El Consistorio portuense dará un nuevo uso a la residencia municipal

El Ayuntamiento baraja dar nuevos usos a la residencia municipal de ancianos, que se cerró el pasado junio. Desde entonces, el piso asistido de la calle Nevería, permanece cerrado y con todo su mobiliario. El Gobierno local está realizando un inventario con todos los bienes muebles, pero de momento no avanzan qué opciones manejan para ocupar las céntricas instalaciones de Bienestar Social.

La concejala del ramo, Mariola Tocino, explicó que en estos momentos están barajando diferentes posibilidades para dar uso al asilo y tan solo avanzó el detalle de que todos los útiles de cocina que se encuentren en buen estado serán reutilizados en el centro cívico de la Zona Norte.

No obstante el Foro Social, que batalló del lado de las empleadas para que la ciudad no perdiera este recurso, sí se ha pronunciado. Su presidente, Rafael Portela, señaló que el lunes próximo está prevista una reunión para abordar este y otros asuntos. El colectivo, en el que están intregradas las trabajadoras, pretenden mantener una reunión con el nuevo titular de la delegación provincial de Bienestar Social, Ángel Acuña, con el objetivo de propiciar un acuerdo para adaptar el piso asistido a la normativa de la Junta y que pueda así concertar plazas. Cabe recordar que la falta de concertación, provocada por que el piso no cumplía los requisitos técnicos, fue uno de los motivos que esgrimió el Ayuntamiento para cerrar la residencia, ya que según explicó la edil del ramo, Mariola Tocino, las arcas municipales no podían seguir soportando el coste anual de 500.000 euros. La concejala se comprometió a buscar alternativas laborales a las empleadas, pero éstas se quedaron en desempleo. En esta coyuntura, Portela recordó que el alcalde, Enrique Moresco, se comprometió con ellas a valorar la reapertura del asilo si la administración autonómica participa en sus gastos, como también dijo, según el presidente del Foro, que estaba dispuesto a ceder suelo municipal a la Junta para la construcción de una residencia de ancianos.

Pero en lo concerniente a las instalaciones de la calle Nevería, el Foro defenderá su tesis de que una vez desaparecido el asilo, es de justicia que este espacio acoja un nuevo servicio social y enfocado a los mayores. «Nunca hemos barajado otra opción que no sea esa. Más bien estamos dispuestos a movilizarnos para lograr que la Junta estudie las posibilidades del piso para que vuelva a cumplir su función». Si bien los ancianos fueron realojados en otras residencias, pero el movimiento social portuense criticó la pérdida de una veintena de plazas para mayores.