Los móviles se han convertido en los objetos más preciados por los amigos de lo ajeno. :: C. C.
SAN FERNANDO

El valor de lo pequeño

En la Feria se presentó casi una treintena de denuncias por pérdida de teléfonos; los robos de utensilios cotidianos aumentan por la crisis Móviles, joyas y carteras son los objetos más deseados por los cacos

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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Tener los ojos bien abiertos y no dejar nada al descuido. Según las estadísticas, la crisis ha provocado un aumento considerable de robos de carteras, joyas y pequeños objetos. Entre las cosas de uso cotidiano más deseadas se encuentran los móviles. En este sentido, San Fernando no es ajeno y solo durante la semana de la Feria se presentó aproximadamente una treintena de denuncias por pérdidas de teléfonos. Y es que cualquier descuido se convierte en una acción fatal, que aprovechan los 'amigos de lo ajeno'. Aún así, no hay que saltar las alarmas, ya que a pesar de la complicada situación que se vive, La Isla sigue caracterizándose por tener un índice bajo de criminalidad. Lo que no quita para que de un tiempo a esta parte los agentes hayan notado un aumento en ciertos robos, como por ejemplo por entrada de viviendas. En estos casos los asaltadores siempre buscan lo mismo, las joyas. Por ello se tienen muy vigiladas las casas de 'compro oro', que se han multiplicado, ya que el fin es la venta.

Pero los productos básicos del día a día también se han convertido en algo valioso para algunas familias. Los supermercados son los que padecen este aumento en robos de leche, conservas y embutidos. En la mayoría de los casos los gerentes deciden no poner ninguna denuncia, ya que son conscientes de que son muchas las familias que pasan necesidad, incluso las tienen controladas y hay casos que se resuelven con donaciones de alimentos.

El cobre y las bicicletas

También hay que echarle un ojo a la bicicleta y no dejarla sin el candado, ya que es una oportunidad que los cacos no dejan escapar. Ni siquiera en los cuarteles están seguras, pues al parecer existe un grupo especializado en coger las bicicletas que están dentro del cuartel y dejarlas en zonas próximas a vallas o en el perímetro del recinto. De esta manera, salen sin el vehículo para no llamar la atención y a continuación se dirigen al lugar para sacar la bicicleta.

Otros de los materiales más preciado es el cobre. El Ayuntamiento no es ajeno a este problema ya que son varias las ocasiones en las que ha tenido que reponer el cable de cobre del alumbrado de alguna zona, cuyos costes siempre superan los 1.000 euros.