La sede de Urbanismo almacenaba los documentos solicitados. :: J. C. C.
Jerez

«Vinieron y se llevaron furgonetas de documentos»

La Agencia Tributaria tiró del hilo después de detectar una irregularidad y recopiló parte de la información en Urbanismo

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«Un día apareció por el Ayuntamiento un responsable de la Agencia Tributaria que por un lado estaba investigando operaciones relacionadas con José Luis López (el Turronero) y que ahora quería analizar todo tipo de documentación relativa a la venta de edificios municipales de Jerez, no solo la estación de autobuses, sino de todo tipo de inmuebles. Nos reclamaron que les dejáramos consultar y copiar documentación, pero afirmaron que era un trabajo rutinario y en ningún momento nos dieron pistas o detalles de qué estaban investigando o de qué hilo estaban tirando».

El anterior equipo de gobierno de Jerez sabía que un inspector del fisco de la provincia había llamado un día a la puerta del Consistorio en el marco de una investigación que «parece que se originó a través de unos registros de la propiedad, o al menos eso dijeron». Sin embargo, ninguno de los miembros del anterior ejecutivo consultados por este medio supieron «en qué podía acabar esto, o si había realmente algo irregular. Ellos llegaron, se llevaron la documentación, y no supimos más».

Según las fuentes de toda solvencia con las que ha contactado LA VOZ, la recopilación de esa información por parte de los representantes de la Agencia Tributaria no fue ninguna menudencia. «Estuvieron viniendo durante meses, y se les atendió siempre desde Urbanismo porque es de ahí de donde reclamaron la documentación», afirmaron esas fuentes que, además, hicieron hincapié en que «se llevaron furgonetas cargadas de papeles, y en varias ocasiones».

Parece que en las escasas explicaciones que se les dio a los anteriores gestores del Ayuntamiento para solicitar toda la documentación sí se recalcó que la investigación que se estaba realizando -«de la que no soltaron ni una palabra, eran bastante herméticos»- había nacido «de una casualidad, de indicios que les llamaron la atención como desfases que existían en casos como el de la estación de autobuses -del que sí pidieron información concreta, aunque no fue el único- entre el precio de venta y el valor catastral».

El olfato no les falló.