La Policía denuncia a seis trabajadores por las cargas frente al Consistorio

Sindicatos y trabajadores municipales hablaron de «brutalidad policial» e incluso no descartaron tomar medidas legales por las cargas sufridas a las puertas del Consistorio el fatídico 27 de enero, cuando una protesta de la plantilla del Ayuntamiento y las concesionarias acabó con heridos dentro de lo que llegó a considerarse una batalla campal. Sin embargo, las tornas se han cambiado y son ellos, los manifestantes, los que de momento tendrán que verse las caras con la Justicia.

Como ha podido saber este medio por fuentes solventes, el Juzgado de Instrucción número 4 ha llamado a declarar a seis de estas personas, una de las cuales ha resultado ser el secretario local de Comisiones Obreras, José Manuel Trillo. En la citación judicial, se especifica que la comparecencia deberá realizarse en calidad de «imputados» por un presunto delito de atentado a agente de la autoridad, el próximo día 17 de abril.

Aunque Trillo no quiso aún ahondar en el tema al encontrarse en manos de su abogado, sí reconoció a LA VOZ que efectivamente ha sido citado por el juez dentro de lo que calificó como «una barbaridad». Como recordó el líder sindical, esa mañana se concentraron frente al Ayuntamiento alrededor de 500 personas que fueron precisamente las que resultaron agredidas, y no al revés. «Quienes recibimos fuimos nosotros, nadie pegó a la Policía. Yo estaba en lo alto de la escalerilla cuando se escuchó: '¡Vamos a entra en el Ayuntamiento!' y la gente empezó a subir. La Policía se puso entonces a empujar a los trabajadores y yo me vi en medio de todo. Me dieron con una naranja, hasta me caí; recibí cosquis de un lado y de otro y ahora resulta que soy yo el imputado».

Según Trillo, su nombre figura en la denuncia o bien por alguna «fobia personal» o porque simplemente se trata de un sindicalista conocido; la cuestión es que niega todo lo que se le imputa e intenta incluso restar gravedad al asunto. «En principio no lo considero importante. Espero que todo quede en una anécdota y que, con la que está cayendo, no se dediquen a judicializar la acción sindical».

Como se recordará, la mañana de ese viernes se estaba celebrando un pleno cuando los manifestantes, que reivindicaban el pago de sus nóminas, intentaron acceder a las dependencias municipales. Ello propició que se diera aviso a la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional, cuyos agentes aparecieron ataviados con cascos, escudos, pistolas de aire comprimido y porras, con las que reprimieron la acción. En ese momento empezaron a volar las naranjas, ceniceros y servilleteros de los bares aledaños y la segunda carga no tardó en llegar, provocando contusionados por los golpes.