El pinar que habita en el olvido

A los sucesivos gobiernos locales se les ha llenado la boca siempre, diciendo palabras altisonantes sobre la conservación del Pinar Hierro, el carácter de "pulmón" que tiene para la ciudad, o la relevancia como "espacio libre y de esparcimiento". Pero lo cierto es que ni el actual ni los anteriores equipos gestores del Consistorio han hecho prácticamente nada por conservar la zona. Más bien, la ciudad estuvo a punto de perder parte de esta zona verde, que podía edificarse, y que al final, gracias sobre todo a la presión social, llevó a un acuerdo con la promotora.

En lo meramente lúdico, el Pinar Hierro ha recibido en los últimos años inversiones superiores a los 600.000 euros procedentes de fondos públicos municipales y de los fondos europeos Feder. Con ese dinero se ha acondicionado el entorno, colocado papeleras y acotado con valles parte de la pinaleta. Sin embargo, a día de hoy la situación que presenta este parque periurbano no es del todo satisfactoria. Numerosos vehículos entran y salen de sus carriles y caminos sin respetar la flora auctóctona. Además, los numerosos deportistas que realizan actividad física en la zona se topan a diario con basura, pintadas y daños en el pinar, como han denunciado a este medio. Desde la delegación de Medio Ambiente parece que no se actúa con diligencia. Varios colectivos han denunciado en los últimos años las construcciones anexas a La Espartosa, así como la existencia de vertidos de escombros en alguns puntos del pinar. La zona carece de vigilancia, y en su entronque con la N-340 se ha convertido en aparcamiento improvisado para quienes practican sexo homosexual al aire libre.

Las quejas por el peligro de incendios que suponen algunas actitudes de los visitantes del pinar van en aumento. Pero parece que nadie hace nada por remediarlo.

Hay que recordar que el pasado mes de abril, el anterior alcalde de Chiclana, José María Román, firmó con la empresa Catalunyacaixa Inmobiliaria, antes Seif Procam S.L., una permuta de terrenos que permitía la conservación íntegra de esta pinaleta. Así, el nuevo PGOU denominará toda la superficie como zona verde, y se paraliza cualquier intento de construcción de 217 chalets que estaban previsto en una parte del pinar.

La promotora recibe en compensación suelos en Carboneros y Melilla I. El convenio no tuvo coste económico alguno para las arcas municipales y puso fin a años de polémica, después de que el planeaiento urbanístico declarara urbanizable parte de la pinaleta, y la empresa local Proviaf vendiera su propiedad a la constructora catalana. Todos los políticos se jactan de decir que el Pinar Hierro es de los chiclaneros. Pero estos mismos chiclaneros denuncian el abandono al que está sometido este pinar.