Manos que convierten retales en arte

Retal a retal de tela, mucha paciencia y saber hacer. Esos son los ingredientes para convertir algo que estaba destinado a ir al cubo de la basura en una auténtica obra de arte. El 'patchwork' gana adeptos a pasos agigantados entre las aficionadas a la costura. Esta palabra anglosajona se ha hecho hueco entre bobinas de hilo, tijeras y máquinas de coser.

Unas 200 mujeres se dieron ayer cita en Arcos para convivir en torno a esta afición y mostrar sus 'quilts', sus creaciones, en forma de paños y colchas. Las 'quilters', las costureras, aprovechan ocasiones como estas para intercambiar conocimientos y disfrutar de la convivencia. En esta ocasión, la bodega Regantío fue el escenario de este encuentro en el que además se organizó la asamblea nacional de la Asociación Española de Patchwork.

El calor no quitaba las ganas de dar forma, pespunte a pespunte, a las dos colchas que entre todas prepararon y que al final de la jornada rifaron entre ellas. El resto de obras, que participaban en los concursos que se organizaron, ondeaban en el patio de la bodega. Una imagen del vaporcito de El Puerto daba entrada a un mundo de colores donde se encontraban colchas, cojines y mantas de todo tipo, e incluso una de ellas en forma de cómic en el que un elefante era marginado por su aspecto.

La organizadora del encuentro, la delegada de Cádiz de la Asociación, Enma Serna, valoro muy positivamente la acogida de la cita. «Este año contamos con mujeres de Cádiz, Sevilla, Almería, Córdoba y Málaga», destacó. Mientras que la presidenta nacional del colectivo, Rosario Casanova destacó «el magnífico entorno en el que estamos desarrollando este encuentro».