Los vecinos de Algodonales dieron vida a sus antepasados que lucharon contra los franceses. :: LA VOZ
Sierra

Festejos con mucho color y agua

Las Cruces de Mayo toman el testigo de la recreación en un mes muy festivo; Las lluvias mermaron la asistencia de público en Espera y Ubrique alberga esta noche su tradicional 'Crujía de los Gamones'

Ubrique Actualizado: Guardar
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Larga vida al Dos de Mayo. Resistiendo a los franceses y también a la lluvia. Algodonales ha podido celebrar con éxito este fin de semana, del sábado al lunes, su séptima edición de la recreación histórica del 2 de mayo de 1810. Los trabucos, cañones y rastrillos que se emplean cada año en las recreaciones, en esta ocasión han contado como compañeros de viajes en el tiempo con los paraguas. La lluvia ha empañado algunos momentos de la fiesta aunque no ha llegado a impedirla del todo.

La tarde del domingo el poblado que se instaló en el centro del pueblo se llenó de visitantes que aprovecharon las paradas del agua para disfrutar de la recreación. Esa buena estampa se repitió ayer y el municipio acogió a miles de visitantes de toda la provincia e incluso autobuses que llegaron desde la zona e la Bahía, Málaga y Sevilla. Consagrándose esta celebración como todo un evento turístico en la Sierra cuyo éxito ha propiciado el nacimiento de otras fiestas similares como la de los Bandoleros de Grazalema o la de la Independencia de El Bosque.

Algodonales rindió homenaje, sobre el gran tapete que conforman sus calles aunque este año sin albero para evitar el barro, a los vecinos que dieron la vida por afrontar el ataque de las tropas francesas durante principios del siglo XIX. La supremacía del ejército napoleónico no fue suficiente razón para que los algodonaleños decidieran tomar las pocas armas que tenían, los aperos del campo y las piedras para plantar cara al invasor. Su actitud heroica fue reconocida por Fernando VII que otorgó el título de villa a la localidad.

Hoy la localidad se despertará aún con el olor a pólvora impregnado en el ambiente y con las imágenes de las dramatizaciones en la retina, pero con el convencimiento de seguir trabajando por el Dos de Mayo y con el objetivo de darle forma a la próxima recreación.

La lluvia no solo ha hecho acto de presencia en la recreación histórica. En Espera han tenido que aguantar también el tirón para poder darle forma a la primera feria del año de la comarca serrana, la Feria de la Cruz de Mayo. En esta localidad las precipitaciones causaron que el recinto ferial se quedara en algunos momentos prácticamente desierto.

Las Cruces de Mayo de Arcos también han llenado estos días de color el Casco Antiguo de la bella localidad serrana. Grupos de vecinos, asociaciones y colectivos, con el apoyo del Ayuntamiento, han montado 16 altares llenos de color que han dado aún más belleza a un entorno ya de por sí impresionante. La fiesta ha contado con menos visitas que otros años, reconocen los vecinos que la organizan, por la lluvia.

También se ha visto deslucida la I Feria del Bicentenario de El Bosque ya que, a pesar de que se celebraba en un pabellón cubierto, la afluencia de visitantes en la localidad no ha sido la misma que un fin de semana en el que reina el buen tiempo.