Adiestramiento contra las malas pulgas

Nico es un labrador que tiene un buen comportamiento en general pero su dueña, Raquel Garrido, quiere que sea más sociable y que le obedezca cuando lo suelte en el campo. El curso de educación canina y obediencia básica impartido por la empresa Hindogs está dirigido a canes como Nico o, incluso, a otros que presentan mayores problemas de conducta. Como en las otras dos anteriores ediciones, estas clases, de ocho fines de semanas de duración, se imparten en el parque natural Los Toruños.

Hasta finales de mayo, un grupo de doce personas con sus respectivos perros acuden al parque cada fin de semana para aprender a caminar junto a su animal de compañía, a darle órdenes para que se siente o permanezca quieto, para que responda a su llamada y rechace la comida de manos extrañas. Estas son las principales pautas en las que se está trabajando, pero la adiestradora y monitora de las clases, Elena Muñoz, asegura que lo principal es «demostrar a tu perro que tú estás por encima de él». El propietario de la empresa Hindogs, Jesús Boullosa, lleva años de dedicación al adiestramiento canino y ahora Elena gestiona la sede que lleva funcionando un año en Cádiz. Es auxiliar de veterinaria y ha realizado con Jesús un curso de Educador Canino de nivel I y otro intensivo de ataque y defensa, preparación que le ha valido para ponerse al frente como monitora. Para ser adiestrador, explica, no hay que contar con ninguna preparación física, «no todo es fuerza, es saber controlar al animal».

En su segunda lección práctica, Pepi Gómez ya nota evolución en su golden: «es un perro bastante bueno, pero tenemos una hija a la que no obedece ni la deja tranquila. Llevamos muy pocas clases, pero ya hemos notado en casa una mejora en su conducta». Además de estos canes, hay boxers, pastores alemanes, perros de agua o bodegueros que siguen, junto a sus amos, las instrucciones de Elena, quien añade que «un alto porcentaje de los que vienen corresponde a perros con mala sociabilización y a dueños que no saben manejar al animal». Derribando viejos mitos, la educadora canina asevera que «atiendo a perros de todas las razas, peligrosas o no, ya que eso no depende tanto de la raza como del carácter. Un chihuahua puede ser potencialmente peligroso, con la diferencia de que las heridas que puede causar no son de las mismas dimensiones que las de un perro grande y fuerte». Ayer en Los Toruños se veía de todo, desde animales miedosos, hasta otros más agresivos o nerviosos, pero todos seguían las mismas indicaciones de Elena y su pastor alemán de tres meses, Kenia. Las previsiones apuntan a septiembre para organizar una nueva edición de un curso cada vez más demandado. Las solicitudes se podrán dirigir a cadiz@hindogs.com.