Las «sospechas» de la oposición y los temores de los sindicatos

Partidos políticos y sindicatos se han opuesto en múltiples ocasiones al cambio del modelo de gestión del cementerio, pese a que el gobierno insiste en que no se trata de una privatización.

Ello se evidenció en el pleno del pasado mes de septiembre, donde el PSOE aprobó la medida sin el beneplácito de la oposición. Esta habló de «sospechosas prisas» que de repente le han entrado al Consistorio por acometer tal remodelación justo antes de las elecciones, «cuando han tenido cuatro años para pensárselo», recalcó entonces el concejal de Izquierda Unida, Joaquín del Valle. Desde el PP, María José García-Pelayo llegó a asegurar que la formación está «en contra de cualquier privatización», por lo que la alcaldesa le reprochó el intento que hubo de hacerlo durante su mandato con Pacheco.

Asimismo el secretario local del PP, Antonio Saldaña, no ha dudado en señalar que el gobierno municipal ha tenido la oportunidad de destinar los fondos del Plan E a la reforma del cementerio y sin embargo «ha optado por privatizar y no destinar ni un solo euro». «Ahora que se acaban los fondos del Plan E y el Ayuntamiento está quebrado dicen que la situación es alarmante y que es necesario acometer una reforma por 6 millones», asegura.

Asimismo, UGT también ha mostrado su «profundo rechazo», aludiendo a la total «falta de transparencia» con la que se está llevando a cabo. Teme el sindicato por los trabajadores municipales afectados, que no conocen en qué estado quedará la citada concesión. «Estamos en contra de que un servicio tan esencial como este pase a manos privadas, a cambio de presuntas prebendas que recibirá el Ayuntamiento. Y sobre todo, que sea por la falta de financiación, razón que esgrime el Ayuntamiento», ha señalado el secretario general de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT Cádiz, José Porras.