De Bernardo: «Si hubieran sido valientes, me habrían planteado una moción de censura»

Resulta complicado encontrar una palabra que recoja toda la sesión plenaria de ayer, aunque sin duda una de las más acertadas para ello es la de 'surrealista'. Y es que la tensión volvió a marcar un debate que nuevamente se centró en la gestión económica del equipo de gobierno. Descalificaciones, el desfalco, la estrategia de paralizar la ciudad de cara a las elecciones. Todos esos temas saltaron a la palestra ayer si bien nada fue tan esperpéntico como la parada de veinte minutos que se realizó para la negociación de un punto a espaldas de los ciudadanos.

El punto álgido llegó pronto, cuando se puso sobre la mesa un remanente de tesorería (procedente de diferentes actuaciones) que alcanzaba los 550.000 euros, con los que se pretendía financiar un listado de obras. Tanto el PSOE como el PP se asombraron de que no se hubiera consensuado ese paquete, motivo por el que pidieron que se dejara sobre la mesa. «Ahora aparece un remanente que se acumula desde hace ocho años y esto me recuerda al descontrol que se ha emitido en varios informes porque hay que ser mago para sacar ahora ese dinero. No me inspira confianza sus cuentas y no me lo creo», aseguró el portavoz del grupo socialista, Fernando López Gil. Las alusiones al robo de 7,8 millones de euros despertaron al alcalde, Manuel María de Bernardo, que no dudó en tomar partido en el debate: «Si hubieran sido valientes habrían presentado una moción de censura. El tema de la caja es lo único que les queda por explotar para desprestigiar a este Gobierno, si bien cada día está más claro lo que sucedió». Y ante la posibilidad de que tanto populares como socialistas tumbaran la propuesta, el regidor decidió parar 20 minutos, sin el consentimiento del resto de grupos municipales, para negociar este punto a la espera de que a los portavoces se les pasara la sorpresa inicial y acudieran hasta él, fuera de las miradas de los ciudadanos que acudieron a la cita.

Finalmente salieron adelante por un lado el dragado del caño del Náutico de la Casería (tasado en 137.00 euros), y por el otro la segunda fase de la barriada Olmo, a la que se destinarán 50.000 euros. Quedan rechazadas para una mejor ocasión otras actuaciones, como la aportación municipal a los planes provinciales (70.000 euros); dos centros de transformación eléctrica para las estaciones de bombeo de Ronda del Estero y Fadricas II (129.000 euros); la nueva ambulancia para el servicio de Protección Civil (37.000 euros); la pavimentación de la calle Colón (31.000 euros); obras en la red de alcantarillado (48.000 euros); y la colocación de badenes (45.000 euros).

Por primera vez desde que se constituyera la plataforma 'Responsabilidades Políticas Ya', sus representantes no acudieron a la sesión plenaria para solicitar la dimisión del alcalde por el desfalco de los 7,8 millones de euros.

La prórroga del autobús

En otro orden de cosas, también generó un intenso debate la prórroga del contrato de concesión del servicio de autobús, que nuevamente suscitó una serie de críticas de la oposición. En esta ocasión sí pudo salvar la medida al contar con las abstenciones del Partido Popular y del Partido Socialista. Eso sí, el alcalde tuvo que hacer un compromiso público de convocar la comisión para abordar la situación del transporte urbano isleño en un plazo que no irá más allá de los 15 o 20 días, todo dependiendo del momento en el que esté redactado el informe en el que se le reconozca a la empresa los tres millones de intereses que reclaman.