El puente Carranza en hora punta sufre a menudo un intenso tráfico. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Jerez

Perder puntos es cosa de hombres

La velocidad y el consumo de alcohol y drogas son las causas más comunes por las que los conductores pierden su saldo De los 1.334 gaditanos que redujeron su crédito a 0, solo 143 fueron mujeres

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La detección de un conductor que iba en su vehículo a 230 kilómetros por hora en La Línea de la Concepción no deja de ser cuanto menos que sorprendente. «Afortunadamente». Así lo han valorado desde la Delegación Provincial de Tráfico. «Se trata sin duda de un hecho aislado que en poca ocasiones ocurre», afirmó el responsable de esta área Luis Javier Herrero, aunque reconoce que «de vez en cuando se pueden dar casos de este tipo, sobre todo en carreteras secundarias». Para intentar que los conductores desistan de conducta Tráfico anunció el año pasado la instalación de nuevos radares aunque Herrero afirmó que en 2010 se mantuvo el mismo número que 2009, 17 fijos y 7 móviles. «No hemos tenido ninguna modificación». Algo que repercute en muchos conductores que aminoran la marcha de sus vehículos cuando pasan por un lugar que está marcado en numerosas páginas webs. En cuanto a los radares móviles, la cosa está más difícil para averiguar su ubicación ya que el departamento de Tráfico planifica su lugar cada tres meses.

Al igual que con los radares, la retirada de puntos parece que no terminan de convencer al conductor a la hora de corregir su conducta al volante ya que la cifra de sancionados aumenta año tras año. En 2010, 30.378 gaditanos perdieron algún crédito en su carne de conducir, de los cuales 1.334 redujeron su saldo a 0 puntos frente a los poco más de 800 que lo hicieron en 2009. En cuanto al perfil, sobresalen de manera muy destacada los hombres con una edad comprendida entre los 25 y 34 años. En el caso de las mujeres, sólo 143 agotaron sus puntos. Las que más, las féminas con edades entre los 17 y 20 años. Desde la autoescuela Marismas, el único centro en la capital que imparten cursos de reeducación vial se confirma esta tendencia. Luis Montero, profesor, señala que «la mayoría de los alumnos que tenemos son hombres, jóvenes que han sido sancionados por velocidad y muy pocas mujeres».

Diligencias judiciales

Desde la Asociación de Automovilistas Euopeos, su presidente Mario Arnaldo precisó que hay que en los datos hay que distinguir entre las personas que se han agotado todos sus puntos de los que perdieron su licencia por orden de un juez, sobre todo desde la entrada en vigor de la reforma de la Ley de Tráfico en 2007. Según los datos que dispone Arnaldo, en 2006, en la provincia de Cádiz, la fiscalía abrió diligencias a 58 personas por conducir bajo los efectos del alcohol. Un número que ascendió a 132 en 2007, a 1.260 en 2008 y que sin duda se habrá incrementado en los dos últimos años. «Esto se debe a que con la nueva reforma se incluyó como delito conducir ebrio y además se tipificó».

En cuanto a la pérdida por puntos, las causas más comunes siguen siendo la velocidad, el consumo de alcohol y la falta de uso de los dispositivos de seguridad. De las 30.378 personas que perdieron puntos, 9.004 se debe por pisar el acelerador más de lo permitido. En cuanto al consumo de alcohol, fueron 2.594 las personas sancionadas por ponerse tras el volante después de haber ingerido una copa. Un hecho que les costó a 1.510 gaditanos una sanción de 4 puntos y a 1.107 el recorte de 6. La tercera causa por las que los gaditanos vieron decrecer su saldo fue la falta de uso de los dispositivos de seguridad como el cinturón o los accesorios para los niños. Hasta 6.194 gaditanos fueron sancionados con el recorte de 3 puntos por este motivo. Muy de cerca le sigue el uso del teléfono móvil mientras se conduce también multado con 3 puntos menos. El número de sancionados por esta causa ascendió en 2010 a 4.500 conductores.

Desde la autoescuela Las Marismas, Luis Montero explicó que «muchos de los que vienen a hacer los cursos de reeducación vienen enfadados por la sanción pero cuando se les explica las repercusiones de sus acciones se dan cuenta de que su actitud podría haber acabado con la vida de una persona y cuando acaban la formación agradecen haberla recibido».