EL TRANVÍA

LA CIUDAD DEPORTIVA

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Lo del proyecto de la ciudad deportiva del Xerez es algo así como un expediente X. Suma tantos interrogantes que cuesta creerse muchas de las cuestiones que nos han vendido sobre él. Una suma que, además, invita a pensar mal por aquello, quizá, de que estamos en año electoral. Porque si no, no se entiende, a no ser que alguien sea capaz de resolver el sudoku correspondiente ofreciendo explicaciones razonables. Y eso es algo que, al menos de momento, veo prácticamente imposible. Me explico.

El Ayuntamiento anunció el proyecto a bombo y platillo días atrás. Fu una presentación extraña. Se supone que pretendía inyectar ilusión, pero más bien consiguió sembrar bastantes dudas. Dijo que la inversión contará con la financiación de la Diputación, pero nadie del ente provincial se encontraba en el acto. De partida, resultaba mosqueante. ¿Cómo era posible, con lo que le gustan a los políticos salir en la foto para este tipo de cuestiones? Las malas lenguas decían que, posiblemente, al presidente de la Diputación, además de secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña, no le hacía demasiada gracia eso de posar junto a la alcaldesa, Pilar Sánchez. Me cuesta creerlo, la verdad, aunque cosas más raras se han visto.

Más. También se dijo que la inversión ascenderá a unos... ¡¡15 millones de euros!! ¿Y la Diputación va a costear todo eso, teniendo como tiene unas arcas con más telarañas que dinero? Llamó la atención, por sorprendente, pero muchos optaron por hacer un acto de fe. Aunque no tardaron en perderla. Menos de un día, para ser más exactos, cuando el propio González Cabaña vino a decir que la Diputación sí se comprometió a sufragar la ciudad deportiva, pero que una que costase 15 millones, nada de nada. Que se optase por un proyecto más modestito, algo que no costase más de siete millones.

Y en esto que llegó la sesión plenaria del Ayuntamiento este pasado jueves. Entre los numerosos puntos del orden del día figuraba, precisamente, el de la ciudad deportiva del Xerez. Y, claro, los partidos de la oposición no perdieron la oportunidad de decir la suya y poner en evidencia al gobierno local por las dudas existentes en torno al proyecto. Pusieron sobre la mesa más interrogantes, además de los detallados en las líneas anteriores, como el de que los terrenos elegidos no reunían las condiciones. Pero es que me consta que alguno se guardó balas en la recámara sobre este asunto.

Además, los plazos ofrecidos señalan al año que viene para el inicio de las obras. Resulta llamativo teniendo en cuenta que antes, concretamente este próximo mes de mayo, hay unas elecciones municipales que pueden provocar que los que ahora gobiernan en el Ayuntamiento dejen de hacerlo. Podría suceder lo mismo en la Diputación Provincial que ahora preside Francisco González Cabaña. ¿Qué pasará entonces? ¿En qué quedarán las promesas de los que, en tal caso, dejen de tener responsabilidades de gobierno? ¿Las asumirán los que lleguen?