Jerez

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Nunca pensé que estaría escribiendo estas líneas. Nunca llegué a imaginarme envuelto en un asunto tan desagradable. Aún hoy, que ya todo ha terminado, y con la sentencia que confirma mi inocencia en la mano, sigo sin creerme que haya personas capaces de hacer daño con el único objetivo de hacerlo. Creo que ahora me toca hablar a mí. Durante más de una semana guardé el que consideré un silencio prudencial y necesario, para no avivar más fuegos inútiles. Hoy, queda comprobado que me acusaron en falso de coaccionar a Purificación Álvarez, empleada del Ayuntamiento de La Barca tras participar en una manifestación a las puertas de mi casa.

En primer lugar, quiero incidir en la falsedad de la acusación y en la mezquindad de los que inventaron y formalizaron esta mentira, así como los que acudieron al juicio como testigos de la denunciante. Porque me he visto envuelto en una maniobra política urdida por algunos de muy baja calaña. No ha sido plato de buen gusto, pero a veces estos acontecimientos extraños, por llamarlos de algún modo, sacan a la luz apoyos que siempre estuvieron y que ahora se han refrendado. Agradezco de corazón el cariño recibido de mi familia y amigos y en especial, de los vecinos de La Barca. Y es que, aunque uno vaya con la verdad por bandera y la serenidad que la acompaña, el calor de la gente, con la que te cruzas en la calle, con la que compartes café, los que te llaman para interesarse. Ello hace más liviano el camino que te lleva a un juicio de faltas por una denuncia inventada por algunos que se hacen llamar políticos.

Eso no es hacer política. Eso se llama falta de escrúpulos y maldad. Y La Barca no se merece políticos de esta catadura, porque nadie se fía de un mentiroso con pedigrí, con papeles que certifican su bajeza moral. Considero que no todo vale en política, que nunca se deberían traspasar ciertos límites y que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Yo estaba tranquilo, lo estoy y seguiré estándolo. Las disculpas, por supuesto, serán bienvenidas. ¿Si pediré responsabilidades por lo que me han hecho? Lo estoy pensando. Lo que tengo claro es que deseo cerrar capítulo y dar las gracias por tanto apoyo recibido. Gana la verdad. En La Barca ya hemos tomado nota.