CAMPO DE GIBRALTAR

El alcalde, ahora dispuesto a negociar con Gibraltar sobre medio ambiente

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El alcalde de La Línea de la Concepción, Alejandro Sánchez, mostró ayer su disposición a abrir una vía de diálogo con el Gobierno de Gibraltar para trabajar de manera conjunta en los temas medioambientales que afectan a ambas poblaciones, como los rellenos en el Peñón o la depuración de aguas.

Según informó el consistorio linense en una nota de prensa, Sánchez ha propuesto la creación de una Comisión Político Técnica de Estudio para analizar los problemas que más preocupan a ambas comunidades con el objetivo de buscar soluciones «de mutuo acuerdo».

Sánchez apuntó que la Comisión «se podría ver impulsada ante las últimas declaraciones que ha realizado el primer ministro de Gibraltar, Peter Caruana, donde ha culpado a la red de aguas pluviales procedente de las lluvias de la contaminación de la playa oeste del Peñón».

Contra los vertidos

El regidor linense considera que esta Comisión de Estudio «debería servir para paliar definitivamente los problemas que se vienen produciendo históricamente en ambos litorales, así como en el resto del Campo de Gibraltar por los continuos vertidos producidos por el 'bukering (repostaje en alta mar de los barcos) y otros accidentes navales».

Según Sánchez, estas circunstancias «han llevado en numerosas ocasiones a tener que organizar dispositivos para la limpieza de la contaminación procedente de los vertidos, con el coste que ello supone», además de apuntar que se podría zanjar «cómo afecta a nuestro litoral los polémicos rellenos medioambientalmente».

Desde el Consistorio de La Línea también se ha llamado la atención acerca de la posibilidad de que, a través de esta comisión, se analicen y pidan fondos a las administraciones competentes para «la depuración definitiva» de las aguas fecales que afectan a las dos poblaciones.

En el comunicado se recuerda que esta ciudad «es el único municipio del Campo de Gibraltar que cuenta con una depuradora en fase secundaria y otra en fase terciaria», por lo que se afirma que «es importante admitir que se podrían pedir fondos europeos para que Gibraltar no vertiese directamente al mar sus aguas negras y desechos».