La incomodidad de la minoría

La cuestión no es si es mejor o peor, si permite mayor control o si, por el contrario, paraliza las actuaciones. El problema de un gobierno en minoría reside en que depende de la oposición para sacar los proyectos adelante. Una gran incomodidad ya que, en ocasiones, el precio resulta demasiado alto, debido al juego de intereses. Hasta que se rompió el pacto el Partido Andalucista había contado con la complicidad de los populares (y viceversa) para sacar adelante la gestión del mandato. Los plenos se habían convertido en una monotonía marcada por la impotencia del PSOE al ver cómo sus contrarios frenaban todas sus propuestas sin poder hacer nada para impedir las suyas.

Las cosas han cambiado hasta el punto de que ahora los andalucistas no saben si sus medidas serán aprobadas, pues a la ruptura del pacto hay que añadir la cercanía de las próximas elecciones municipales. Esto significa que ninguno de los partidos quiere participar en una actuación que pueda repercutir en su futura gestión y eso ya se ha comprobado con la revisión del convenio de los empleados municipales, que costará más de un millón de euros anuales al Consistorio (a cambio de una determinada provisión de puestos). A pesar de llegar a un acuerdo con la práctica totalidad de los sindicatos, la medida fue echada para atrás en el pleno. El motivo: que tanto los populares como los socialistas tienen la intención de reorganizar las delegaciones del Ayuntamiento y sus organismos una vez lleguen al poder y quieren tener una herramienta con la que poder negociar.

Pero éste no será el único punto, ya que durante la próxima semana se entrará en la batalla de los presupuestos. El equipo de Gobierno ya ha presentado un borrador que parece no agradar a ninguno de los grupos de la oposición. Ambos están de acuerdo en la necesidad de aprobarlos, pero no bajo las condiciones expuestas por los andalucistas. En este apartado lo que más llama la atención es la capacidad inversora de las nuevas cuentas con un total de 7,8 millones de euros para futuras actuaciones. Pero esto choca con las previsiones del resto de candidatos a la Alcaldía que pretenden realizar una profunda reforma económica.

Los socialistas han sido los primeros en presentar una alternativa en la que se suprimen las inversiones y se realiza un recorte considerable tanto en beneficios como en gastos. Los andalucistas, tras estudiar el documento, ya han mostrado su disconformidad.

Los populares, por su parte, tampoco están de acuerdo ni con los del PSOE ni con los presupuestos de los andalucistas y presentarán un nuevo borrador en los próximos días, ¿gustará a algunas de las otras formaciones? El problema es que el tiempo se acaba y los presupuestos deben ser aprobados cuanto antes para que dé tiempo a su tramitación.