La venta de pisos no termina de despegar pese al buen inicio del año
JEREZ. Actualizado: GuardarCarmen Ordóñez, responsable de la inmobiliaria del mismo nombre en la ciudad, asegura que a principios de año se produjeron más operaciones de compraventa que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, a partir del segundo semestre «la cosa ha vuelto a pararse y sigue en 'stand by'».
«Vienen muchos a preguntar por pisos, pero la verdad es que lo que se hace es marear la perdiz, ya que operaciones de compraventa no se producen demasiadas», afirma.
«La verdad es que el alquiler ha reflotado, pero la venta de viviendas se encuentra más parada», recalca Ordóñez.
En la provincia, muchas de las viviendas siguen buscando un comprador con un aval suficiente, a pesar de estar terminadas desde hace años. Si en 2008 el número de pisos «invendibles» llegaba a los 15.000 en la provincia de Cádiz, según las estadísticas anuales elaboradas por el Ministerio de Vivienda, al concluir 2009 la cifra alcanzabas las 19.000 viviendas de obra nueva a la venta. Por suerte o por desgracia, el parón casi total de la construcción ha facilitado que el excedente inmobiliario comience a bajar poco a poco desde que comenzó e laño.
De hecho, el número provisional de inmuebles invendibles en los tres primeros meses de 2010 se ha reducido un 2%, hasta las 18.610 viviendas aproximadamente, según se deduce al aplicar la fórmula del Ministerio de Vivienda para calcular el «stock»: sumando el remanente del año anterior y las viviendas que se han terminado (623), y restando el número de transacciones (984). Si se tiene en cuenta que de enero a marzo sólo se han iniciado 271 viviendas, la tendencia a la baja del «stock» parece garantizada.
Aun así, el excedente sigue siendo un escollo que parece insalvable todavía para recuperar el sector de la construcción, pues limita uno de los principales ingresos de los promotores para invertir en nuevos proyectos y promociones. Es más, las viviendas estancadas no sólo son un desierto de ingresos para las empresas que las levantan, sino que para colmo se pueden convertir en un agujero negro de gastos para los promotores: desde la devolución del crédito de financiación de la obra, al mantenimiento de las casas y los impuestos municipales.
Además, las viviendas no han dejado de devaluarse en los últimos dos años, incluso aquellas de obra nueva que -a finales del año 2007- los empresarios garantizaban que nunca llegarían a rebajarse.