Las montañas y las cuevas de la zona se convirtieron en el perfecto escenario para los bandoleros. :: A. R.
Sierra

Revive la Grazalema bandolera

La cuadrilla de 'El Tempranillo' vuelve a tomar la localidad serrana para recordar las peripecias que vivieron en sus montañas La cuarta edición de 'Sangre y Amor en la Sierra' se desarrolla con gran éxito

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Al grito de «¡Viva la Pepa!» pedían los bandoleros de la Sierra libertad para el pueblo llano. El túnel del tiempo, instalado en la entrada de Los Asomaderos, acercaba al visitante a una Grazalema de 1832 en la que la cuadrilla de José María Hinojosa 'El Tempranillo' luchaba contra el poder establecido que salvaguardaban los 'migueletes'. Cuerpo a cuerpo luchaban con ellos para impedir que el pueblo sufriera la opresión del gobernante.

La localidad serrana se ha convertido, este fin de semana, en un poblado de principios del siglo XIX en el que se podían degustar los platos típicos de la zona. Migas, guisos, chorizos asados, pinchos bandoleros y todo tipo de chacinas, como los chicharrones, servían para que los visitantes abrazaran de lleno las costumbres gastronómicas de la época. A la hora de acompañar la comida, la bebida había que tomarla en vasija de cerámica porque nada puede desentonar en este viaje en el tiempo.

Un ciego, que leía con destreza los pergaminos, sirve de hilo conductor para que todos vayan disfrutando de más de una veintena de escenas que sirven para representar las historias de 'El Tempranillo' y su novia, y posteriormente esposa, María Jerónima. Luchas con impresionantes navajas y cuerpo a cuerpo, carreras y persecuciones a caballo llenan de acción una representación en la que los visitantes no tardan en verse envueltos. El olor a pólvora, el humo que la misma provoca y los estruendos que se generan ayudan a revivir la época tan convulsa que tuvieron que protagonizaron estos prófugos de la justicia.

Estos ingredientes han vuelto a convertir a la bella localidad serrana en un gran atractivo turísticos durante los tres días que dura la celebración. De este modo, desde hace días resultaba imposible encontrar habitaciones de hotel en la localidad o una casa rural para alquilarla. Además, en estos últimos días la alta ocupación se ha notado incluso en los alrededores de la localidad.

Satisfacción

La alcaldesa, María José Lara (PSOE), mostraba ayer, ataviada con ropajes propios de la época como no podía ser de otro modo, la satisfacción de su pueblo por «la gran cantidad de visitantes que no se han querido perder esta fiesta y que nos han mostrado su cariño al pasar unos días con nosotros».