Los empleados de Linesur aplazan la huelga en el transporte público rural

A última hora marcha atrás, como casi siempre. Es el resultado, una vez más, de una negociación que ha logrado aplazar 'in extremis' una huelga que ya se daba por segura: la de los autobuses de Linesur, que prestan el servicio a las barriadas rurales y las siete pedanías de Jerez.

Empresa y comité se encontraban ayer reunidos en el Sercla (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía) cuando el Ayuntamiento presentó una propuesta que logró desbloquear el conflicto a última hora. El gobierno local se comprometió a abonar a la empresa un mínimo de 50.000 euros que se harán efectivos mañana y a mantener una reunión con la concesionaria el próximo lunes para acordar el pago del resto de la deuda.

Hasta el día 14

De este modo, las partes solicitaron un aplazamiento para el día 14. A las diez de la mañana vuelven a estar citadas en el mismo órgano, por lo que la plantilla se compromete mientras tanto a no ejercer su derecho de huelga.

Así consta en el acto de aplazamiento previo a la huelga del Sercla, escrito que el sindicato CC OO remitió ayer a los medios.

Por su parte, el secretario local del sindicato, José Manuel Trillo, explicó ayer que «cuando la empresa cobre el miércoles parte de la deuda, pagará un mes de salario a los trabajadores». Hay que tener en cuenta que en estos momentos Linesur adeuda a su plantilla las nóminas de julio, agosto y la paga extra de verano.

Las demás mensualidades serán abonadas una vez que empresa y Ayuntamiento se sienten a negociar un plan de pagos para el resto de la deuda. Si esto no se produce el martes, los trabajadores aseguran que irán a la huelga.

En total, los afectados son un total de 16 personas que llevan sufriendo estos atrasos desde hace ya bastante tiempo.

Cautela

En principio, el objetivo era llevar a cabo una huelga conjunta con los trabajadores de los autobuses urbanos, pero finalmente el comité de Cojetusa aplazó las protestas y también ahora lo ha hecho el de Linesur. El presidente del comité, Alejandro Gómez, mostró ayer su satisfacción por este nuevo paso, aunque prefirió mantenerse cauto a la espera de ver cómo se desenvuelven los acontecimientos.

El nombre de Linesur siempre estuvo ligado, por cierto, a la compra de Cojetusa para el traspaso de la concesión del transporte público urbano de una empresa a otra. Sin embargo, los problemas con el Ayuntamiento por la deuda pendiente no han sido pocos y al final el desembarco se ha complicado bastante. No obstante la delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez, ha reconocido a este medio que Linesur sigue pujando por el servicio.

Por su parte la alcaldesa, Pilar Sánchez, mostró su preferencia la semana pasada por que el servicio de autobuses urbanos lo asuma finalmente Alsa o Los Amarillos.

El gobierno local está inmerso en una ronda de negociaciones con empresas concesionarias para acordar el pago de numerosas deudas que atribuyen a «tiempos inmemoriales». El gran agujero parece no tener fondo y cada día sale a la palestra un nuevo conflicto por el mismo motivo. De momento, al menos, se ha logrado reconducir el de los autobuses y en pocos días se sabrá el desenlace.