SÍNDROME POST VACACIONAL

Pues nada. Ya estamos otra vez aquí. Se acabó el verano y la bandeja de salida vuelve a funcionar a pleno rendimiento para exponer todos los pensamientos de aquellos que nos leen con la misma ilusión y ganas con las que nosotros les contamos las cosas. Lo dejamos con España jugándose el Mundial de fútbol y mira por donde a los nuestros le dio por cumplir el sueño de muchos españoles y levantar la Copa del Mundo en Sudáfrica. Aunque bueno, de eso hace ya tanto tiempo que parece que ni siquiera hubiera ocurrido. Y es que, por desgracia, la vida nos atropella con la misma celeridad con la que se acaban siempre las vacaciones. Y hablando de vacaciones... dicen que tardamos una semana para rendir al 100%. Pues esperemos que así sea, por lo menos para que a los aficionados del Xerez no se les quede la misma cara que el domingo en Chapín, porque el inicio del conjunto azulino en su retorno a Segunda División no ha sido el más deseado. Algunos ya empiezan a ver la botella medio vacía a la espera de los últimos retoques que se pueda sacar de la chistera hoy el mago Viqueira. Otros, como xerez67, prefieren darle mérito al rival. «El Cartagena fue un equipo aplastante desde el primer momento, así que regalos, ninguno. El equipo tuvo lo que mereció, cuatro golazos como soles. Buen juego cartageneros. ¡Se disfrutó del buen fútbol!», felicita en buena lid. Quienes lo vieron, porque hubo gente que se echó las manos a la cabeza al ver el rendimiento de hombres como Edu Moya, Capdevila u Óscar Díaz, a los que se les apagó la bombilla. Eso o alguien dejó de apagar la electricidad en sus piernas, como parece haber hecho el Ayuntamiento con la asociación de El Pinar. «Para que después nos pidan el voto los de la asociación de vecinos, que tienen mucho esmero en que salga Pilar Sánchez otra vez como alcaldesa porque lo próximo después de cortarles la luz es darle candiles», se mofa sinblanca. Bueno, esperemos que, poco a poco, se pase este efecto post vacacional y todos brillenos con luz propia: el Xerez, El Pinar y la bandeja de salida.