Remolacha escasa y barata

Algunos la califican de desastrosa, otros de regular y otros de extraordinaria por lo negativa que ha sido. La campaña de recogida de la remolacha que se cierra hoy será recordada por escasa ya que se han recogido casi 240.000 toneladas menos de las previstas.

Las intensas lluvias del pasado invierno, al contrario de lo que pudiera parecer, han perjudicado notablemente al cultivo ya que se perdieron en torno a 1.600 hectáreas dedicadas a la remolacha. Tras una primavera muy húmeda llegó el intenso calor de este verano, que ha terminado por mermar el fruto. Así, de las 654.000 toneladas que los agricultores pensaban rentabilizar sólo se han obtenido 415.000.

La cosecha comenzó el pasado 22 de junio y está terminando entre ayer y hoy. «Las lluvias provocaron que nos quedáramos solamente con 7.813 hectáreas y lo que quedó no ha salido como esperábamos por culpa del agua. el cultivo perdió fuerza», explicó ayer José Antonio García, desde la organización agraria COAG. La cosecha de 2010 ha tenido, pues, consecuencias económicas importantes para las 1.300 familias que se dedican a la remolacha: «Es un año extraordinariamente negativo y desde ahora vamos a trabajar para que el año que viene salga la cuota completa», continuó García.

La misma sensación confirmó ayer el presidente del Grupo Remolachero, José Manuel Díez, que considera este año «bastante malo» para el cultivo de la remolacha. «Ha sido una pérdida importante para los agricultores», aseguró. La organización espera que el año que viene se mantenga la cuota por encima de las 650.000 toneladas y que se pueda cumplir, al contrario que en la actual campaña.

En la Unión de Pequeños Agricultores (UPA-Andalucía) hablan de «desastre». En el aspecto económico, destacaron que el total de ingresos se situará en 40 euros por tonelada de remolacha, con todas las ayudas incluidas. «No hay que olvidar que la OCM del azúcar ha propiciado un importante descenso en el precio puesto que antes de la misma, los remolacheros cobraban 48 euros, sin contabilizar los percibidos por las ayudas». El responsable de la remolacha de UPA-Andalucía, Juan Sánchez, insiste en que la actual campaña «se ha basado en los altos descuentos y en los bajos precios. La calidad no se corresponde con los precios tan bajos que las industrias pagan a los agricultores».

«Tenemos que luchar para garantizar el futuro de este cultivo ya que son muchas las familias del Bajo Guadalquivir que viven de él y muchos los puestos de trabajo que crea», recalcó Sánchez. El cultivo ha generado alrededor de 220.000 jornales durante los casi 60 días que ha durado la campaña de recolección.