El Ayuntamiento da un paso crucial en la regularización de 800 viviendas rurales

Ahora que se cumple justo un año de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana por parte de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento ha dado un paso de gigante con el visto bueno del documento de cumplimiento del mismo, que recoge una de las reivindicaciones históricas más importantes de la zona rural de Jerez, como es la regularización de nada menos que 800 viviendas.

Así lo anunció ayer un exultante delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, explicando que ya se han subsanado los errores detectados por la Administración autonómica y se ha incluido en el Plan la figura del hábitat rural diseminado, lo que posibilitará la legalización de los citados inmuebles. «Es lo más importante del documento -recalcó el concejal-, una novedad que el Ayuntamiento aporta al planeamiento andaluz y que la Junta piensa aplicar en el resto de la comunidad autónoma».

Se trata de asentamientos rurales históricos que se encuentran en zonas no inundables y que hasta el momento se habían quedado al margen de los distintos PGOU, pero que ahora han sido incorporados en el Plan vigente y que beneficiarán a parcelas ubicadas en 16 núcleos como El Polila, Puente de La Guareña, Magallanes, La Inmaculada, Gibalbín y Cuartillos, entre otros. Crisol, no obstante, no quiso echar las campanas al vuelo advirtiendo de que el proceso de reurbanización será largo y puntualizando que habrá restricciones: en los suelos regularizados, no se podrá construir ni tampoco ampliar las viviendas ya existentes.

Por contra, se solventarán los grandes problemas con los que muchos de estos propietarios han tenido que convivir durante todos estos años, dado el coto legal que había hasta el momento en lo relativo a la dotación de servicios básicos como el suministro de luz y agua.

Dos vías de intervención

En cuanto al proceso en sí, se abren dos vías diferentes de intervención: por un lado, las viviendas que no se encuentran en vías pecuarias tendrán un plan especial que defina el ámbito de actuación y el tipo de obras a llevar a cabo, siguiendo un proyecto de urbanización y mejora de servicios y siempre teniendo en cuenta que están ubicadas en suelo no urbanizable.

Por el otro, los núcleos situados en vías pecuarias necesitarán un paso previo para que dejen de ser de titularidad pública por lo que habrá que cambiar el trazado, haciendo una variante que mantenga la continuidad de la vía para desafectarla. Además, se tendrá que establecer un proceso de venta por parte de la Junta a los futuros dueños.

Con todo, estas viviendas tarde o temprano serán legales; sin embargo, ¿qué ocurrirá con las 400 que definitivamente se quedan al margen del PGOU? Benito García, técnico de Urbanismo, dejó claro que «el Ayuntamiento no las tirará si no entorpecen el desarrollo del planeamiento; nadie con sentido común las tiraría». Algo que se contradice con lo declarado por la alcaldesa hace sólo unos meses, cuando aseguraba que en un futuro a medio o largo plazo acabarían por ser derribadas.

Otra cosa bien distinta, como recalcó el técnico, es que «de pronto» apareciera una reparcelación ilegal en suelo no urbanizable, y «sería una irresponsabilidad no atajarlo». En cuanto a los servicios históricamente demandados, García recordó que la ley no lo permite, aunque haya ciudadanos que vivan allí. No obstante, apuntó que esas 400 viviendas no son tales sino en su mayoría «edificaciones» utilizadas para segunda ocupación o cobertizos, por lo que en este sentido las familias afectadas serán las menos.

En lo que respecta al desarrollo del Plan, el delegado terminó su intervención mostrando su «satisfacción, porque a pesar de la crisis Jerez está experimentando una reactivación de la vivienda». En concreto, se refirió a promociones como las de Carrascal o Croft, en zonas donde ya comienza a verse cierto movimiento, manifestando su optimismo sobre los tiempos venideros. «Hay que ser optimistas porque hemos hecho la tarea. Cualquier proyecto que se pueda llevar a cabo, el Plan está capacitado para ello», sentenció.