Banesto pondrá seis millones de euros para acabar los pisos de Aifos

Los que van y vienen del muelle de Gallineras ya no se fijan en ellos. Tampoco lo hacen aquellos que dan su paseo diario por la Ronda del Estero, ni los que pasan con el coche de vuelta a casa o camino al trabajo. Sin embargo, para casi 300 familias, esos dos bloques a los que ya nadie presta atención continúan siendo su peor pesadilla. La cuenta va por tres años y la entrega de los pisos no se produce por parte de la promotora Aifos. Lo que es peor, ni siquiera tienen fecha fijada para que se acaben las obras. Aunque este aspecto puede que tenga solución en las próximas semanas, al menos para uno de los edificios, la primera promoción de Cala del Sol, que es el que está más adelantado. Banesto, entidad financiera de la que depende, ha llegado a un acuerdo con la inmobiliaria, y hacerlo con los afectados, para finalizar la construcción de estas 208 viviendas, que quedaron paralizadas al quebrar la empresa y entrar en concurso de acreedores.

Según el convenio suscrito y firmado por las partes, bajo la autorización y supervisión de los jueces concursales, Banesto invertirá otros seis millones de euros para la finalización de los pisos, a los que les queda algo más de tres meses de obras, plazo que se ha incrementado por los deterioros sufridos al carecer de vigilancia. Esto quiere decir, que el coste final de las casas se incrementarán entre 15.000 y 30.000 euros según sus metros cuadrados y sus condiciones. Los propietarios interesados tendrán preferencia sobre el resto de compradores que se informen para adquirir una vivienda en la zona, si bien tendrán que hacerse cargo de tales gastos y suscribir la hipoteca con Banesto.

Los compradores, según un escrito firmado por representante de los afectados, José Ángel Román, podrán continuar en el concurso de acreedores reclamando las cantidades correspondientes a Aifos y a la espera de que se dictamine si se trata de una deuda ordinaria o privilegiada. También proseguirán los procesos judiciales abiertos para recuperar el dinero.

Al que se le cierran las puertas para resolver su conflicto es a Benito González, el afectado que embargó todo el bloque y que en una primera sentencia se le concedió por la deuda adquirida con la empresa. Tras perder el edificio al entrar en concurso ahora los jueces han buscado una alternativa que consideran más viable que la que propuso González para lograr que finalicen los trabajos.

Los afectados acudirán con este acuerdo a la entidad que gestiona el segundo bloque, Unicaja, para intentar darle una salida a la otra promoción, si bien en este caso aún queda un año de obras y por lo tanto los costes se incrementarán con respecto a la primera promoción.