El dispositivo fue más que evidente en la zona de Los Bateles, antes epicentro de la movida juvenil. :: J. M. ARAGÓN
Janda

Adiós al botellón

Medio centenar de agentes de Policía Local, Protección Civil y de la Benemérita blindaron la localidad para informar y sancionar a los jóvenes Conil vive con normalidad y sin incidentes su primera noche de prohibición de consumo de alcohol en la calle

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Conil ya no es lo que era, afortunadamente. La noche del pasado viernes, primera del primer gran fin de semana de temporada alta estival, podría calificarse de extraña, puesto que esta población dejó atrás su imagen de 'ciudad sin ley' de veranos pasados y se convenció un poco más de que su futuro pasa por el turismo tradicional, compatibilizar la diversión y el descanso más una oferta de ocio alternativa.

Desde minutos antes de que anocheciera esta coqueta localidad costera gaditana estaba, literalmente, blindada. Numerosas patrullas de la Guardia Civil (con agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, incluidos), de la Policía Local y miembros de Protección Civil, aguardaban la llegada de los primeros jóvenes con ganas de marcha en los distintos puntos 'calientes'. El recinto de Los Bateles, pasadas las once de la noche, era sin embargo un remanso de paz, alterado tan sólo por la llegada constante de vehículos con turistas para aparcar a pie de playa, justo donde en los últimos años se ubicaba el epicentro de la movida juvenil y el conocido recinto de las carpas.

Algunos de los agentes que conformaban el dispositivo puesto en marcha por la Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento, casi medio centenar de efectivos en total, dio a pie de playa su opinión a este medio. La normalidad más absoluta era la tónica habitual un par de horas más tarde, rebasada ya la frontera de la medianoche.

Apenas unos pocos jóvenes de Sevilla y Madrid, desconocedores de la nueva normativa que prohibe beber en las calles de todo el término municipal, transportaban las típicas bolsas con whisky, hielo y refrescos de cola. «Nadie nos ha dicho que no podemos beber en la playa», aseguraba uno de ellos, minutos antes de ser identificados por dos agentes de la Policía Local.

Satisfacción general

Ese desconocimiento no servirá para justificar a quienes a partir de ahora infrinjan la ley. El Ayuntamiento ha realizado una campaña informativa para comunicar y convencer a los jóvenes de que a partir de este verano la marcha nocturna de Conil será distinta.

De momento, el inicio de lo que algunos han llamado 'la ley seca' en Conil arroja sensaciones muy positivas para la administración local. Aunque los datos oficiales de sanciones no se conocerán hasta mañana lunes, el Consistorio ya ha mostrado su satisfacción por el hecho de que la noche del viernes discurriera sin incidentes y con total normalidad.

De momento, se consiguen los dos objetivos marcados: mejorar la imagen de la ciudad y evitar el gasto extra que suponían la limpieza y la seguridad de una movida juvenil que se había descontrolado.