Chiclana

Últimos sorbos de la Feria 2010

La misa matinal en honor al patrón de la ciudad y la actuación de Mercedes de OT, dos de las citas más esperadas de hoy La festividad de San Antonio pone fin a cinco días de diversión marcados por la crisis

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«Ya sólo nos queda un día. Habrá que aprovecharlo». A Marcos Sánchez la Feria de San Antonio se le acaba. Bueno, a Marcos y al resto de chiclaneros, que apuraban ayer por la tarde los últimos sorbos de su fiesta grande. El ferial de Las Albinas fue durante todo el sábado un hervidero, y no precisamente por el intenso calor que, extrañamente por estos lares en pleno junio, no ha hecho acto de aparición aún.

Hubo numeroso público, sobre todo familiar en las primeras horas de la tarde, y más juvenil a medida que la noche iba cayendo sobre la ciudad de la ermita de Santa Ana. La Policía Local no concretó cifras, pero la afluencia de visitantes fue un goteo constante, y abarrotó las calles del Real que disponen de más de veinte metros de anchura.

El fin de semana festivo se completará hoy en la Feria de San Antonio de Chiclana con una programación que aglutina a la perfección lo lúdico y lo religioso. A primera hora, las 11 de la mañana, la parroquia de San Telmo será escenario de la solemne misa en honor del patrón de la ciudad, San Antonio, en el día de su onomástica. Allí Manolita Fernández volverá a cumplir con una tradición que repite desde hace una década, y repartirá sus populares panecillos de San Antonio.

Un par de horas después, el ferial de Las Albinas retomará el pulso a la fiesta, en lo que se espera sea el epílogo a una madrugada larga de sábado a la que, al cierre de esta edición, aún le quedaban muchas horas por delante.

Más bocadillos

La actuación de la 'triunfita' local Mercedes Durán a partir de las 21.30 horas en la Caseta Municipal, y el esperado espectáculo de fuegos artificiales de medianoche, pondrán el broche de oro al evento lúdico más importante del año en la localidad.

Será entonces tiempo para hacer balance, para conocer los datos y las estadísticas, y también de valorar las sensaciones que haya dejado la feria. De momento, esta fiesta popular está dejando a la mayoría buen sabor de boca, pese a que casi todos los chiclaneros coinciden en destacar que está siendo una «feria extraña». Sin calor, con ganas de diversión pero menos dinero en el bolsillo, los ciudadanos están haciendo malabares. «Estamos vendiendo más bocadillos y hamburguesas que nunca», confiesa Antonio Sanjuán, propietario de uno de esos puestos donde es posible comerse desde un helado hasta un bocata de lomo con mayonesa y litros de ketchup.

La próxima edición

Pero como las ganas de pasarlo bien son consustanciales al carácter de los chiclaneros, el ambiente del Real no decaerá hasta el último minuto.

En la jornada de hoy se clausurará el evento hípico Equimar, y el Paseo de Enganches vivirá su última jornada. Las atracciones y tómbolas típicas de estos eventos ya anuncian descuentos y rebajas en la compra de boletos para el último día. «Seis por tres, oiga, el doble por la mitad», gritaba ayer uno de esos vendedores de ilusión ambulantes jugando con las palabras.

Como ocurre cada año, en 2010 también hay muñecos colgados en los expositores de las caravanas convertidas en bingos portátiles. El televisivo Bob Esponja y algunos otras figuras infantiles con nombres de difícil pronunciación ganan enteros, seguidos muy de cerca de las minimotos, los lotes de jamón y embutidos ibéricos, y los reproductores de MP4 de fabricación asiática.

Y es que la feria chiclanera ha sido estos últimos cinco días una enorme vía de escape de sus problemas cotidianos para muchos, y supone para otros la llegada oficiosa del verano y las vacaciones. El evento termina hoy domingo, pero como reconoce el delegado municipal de Fiestas, José Luis Aragón, «aquí no se descansa», y nada más empezar a desmontar el recinto tocará empezar ya a pensar en la Feria de San Antonio del año que viene.