El Puerto Deportivo cuenta con 335 atraques y una lista de espera de 600 barcos. :: C. C.
SAN FERNANDO

La ciudad se prepara para volver a mirar al mar a partir de 2011

El Club Náutico de Gallineras pretende atraer a los grandes veleros y barcos de recreo con la ampliación de su sede y sus atraques

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Una de las losas que pesan sobre San Fernando ha sido la poca capacidad que ha desarrollado para aprovecharse de su entorno y crear riqueza. Un claro ejemplo es el Parque Natural que, a pesar de contar con una amplia extensión, no da rendimiento económico a la ciudad ni es explotado -sin dejar de lado la sostenibilidad- como atracción turística. Una situación muy parecida a la que ocurre con el mar pues, tras la pérdida de las salinas, dejó de dar rendimiento a los isleños.

Pero, al contrario de lo que ocurre con el entorno natural, la situación del mar, con respecto a la de San Fernando, cambiará en pocos años. Tanto es así que ya se cuenta con un nuevo equipamiento náutico -el del club Puente de Hierro- y otro está a punto de concluirse, el de La Casería. Aunque el ambicioso plan para que La Isla vuelva a mirar al mar se centra en el Club Náutico de Gallineras.

El puerto deportivo de la zona cuenta actualmente con 335 atraques y su lista de espera supera las 600 solicitudes. Es por ello que la EPPA (la Empresa Pública de Puertos de Andalucía), tiene diseñada la ampliación, en 2011, de los atraques hasta llegar, de forma progresiva, a los 1.000 puntos de amarre para embarcaciones.

De esta manera, se hace imprescindible la creación de una nueva sede para el club ya que las actuales no cubren las necesidades del nuevo puerto. El colectivo ya cuenta con un proyecto que está revisando el Ayuntamiento para darle el visto bueno definitivo y que recoge una construcción de 900 metros cuadrados con dos plantas y salas de administración, sala de audiencias y espacios acomodados a las reclamaciones de los usuarios. Aunque para que sea una realidad debe sortear varios escollos. El primero de ellos es que precisa de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para poder construirse y el segundo es la financiación. El coste del edificio se eleva a los 1,2 millones de euros aunque la entidad considera que con las subvenciones de la Junta podrían atar el 60% de la cantidad, por lo que el Ayuntamiento tan sólo tendría que hacerse cargo del 40%, pero en este caso se vuelve al primer escollo pues hasta que no se resuelva el PGOU, la entidad no puede solicitar ayudas.

Lo interesante del proyecto es que está planeado para que puedan atracar embarcaciones de recreo de grandes dimensiones y que de esta manera se consiga una red de transporte en barco, con una flota específica para tal fin. La idea es abrirse al turismo náutico a través de las posibilidades que ofrece el caño de Sancti Petri y su cercanía a la costa gaditana para lograr la atención de los grandes veleros y todo lo que arrastran. Un sueño que comenzará a coger forma a partir de 2011.