Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizJerez
Un guardia civil muestra el inhibidor de sonido que estaba oculto en la mesa de mezclas. :: EFE
tribunales

Imputado por sabotear una actuación alterando el sonido con un mando

El gerente de una empresa de Jerez está acusado de provocar cortes de suministro durante un concierto flamenco en Lebrija

A. DOÑA
JEREZ.Actualizado:

El episodio que le ocurrió el pasado fin de semana al responsable de la empresa Tomás Sonido S. L. es propio de una comedia de tercera. Sin embargo, el suceso fue real como la vida misma y a punto estuvo de acarrear importantes consecuencias laborales para el empresario. Todo comenzó el viernes 22 de julio, coincidiendo con la Caracolá celebrada en Lebrija que incluía varios espectáculos musicales, para lo que el Ayuntamiento había contratado los servicios de la citada compañía.

Así lo contó a este medio el gerente, explicando que para ello había solicitado una mesa de mezclas al dueño de Más que sonido SCA, con domicilio social en Jerez, que se la había prestado gustosamente. La cuestión es que cuando comenzó la actuación flamenca y coincidiendo con la presencia del propietario y de su comercial, empezaron a producirse una serie de cortes de luz. Como asegura el afectado, en concreto fueron siete apagones en una hora y cuarto.

«La gente empezó a sentirse incómoda y los artistas querían bajarse del escenario -relató-. Entonces los dos se fueron, y todo continuó bien. Yo me di cuenta de ello y pensé que algo raro había ocurrido, así que decidimos abrir la mesa de mezclas el sábado por la mañana y dentro encontramos un inhibidor de sonido, que se activaba a través de un mando a distancia».

Enseguida, el empresario alertó a la Guardia Civil de lo sucedido y los agentes decidieron poner en marcha un dispositivo para pillar in fraganti al presunto saboteador, como también confirmaron fuentes del Instituto Armado. Ese mismo sábado por la noche el sospechoso, que responde al nombre de José Ignacio J, volvió al evento y los funcionarios de la Benemérita, vestidos de incógnito, pudieron comprobar cómo el individuo desde la distancia accionaba el mando al tiempo que se paraba el sonido.

Una vez que tuvieron esa certeza, le identificaron e imputaron una presunta falta de coacciones. El pasado domingo, José Ignacio J. acudió a declarar al cuartel de la Guardia Civil y, según el perjudicado, «echó las culpas al generador y reconoció que todo fueron estrategias comerciales». El responsable de Tomás Sonido no se explica lo ocurrido, pues afirma que la relación que mantenía con el imputado era completamente cordial. «Hemos tenido contactos comerciales y siempre nos hemos prestado cosas el uno al otro, de la manera más normal. Nunca en mi vida me había pasado nada parecido».

Suspicacias

Afortunadamente para él, la Guardia Civil terminó de destapar la treta, pues todos los ojos habían comenzado a posarse en él y su prestigio como profesional empezó a tambalearse. «Menos mal que soy frío, porque empezaron a pedirme explicaciones y cuando yo decía lo que creía que estaba pasando me decían que era un paranoico. Si no llegan a cogerlo, me tengo que ir de Lebrija».

En esta línea, subrayó que no es la primera vez que el acusado realiza un sabotaje de similares características. Este punto, curiosamente, ha sido denunciado también a LA VOZ por un extrabajador de Más que sonido SCA, que afirma que el imputado intentó perjudicar la gira de un artista que prescindió de sus servicios persiguiéndole durante la 'tournée' con una furgoneta camuflada con logotipos de una televisión, donde llevaba el equipo con el que presuntamente pretendía alterar los espectáculos.

En esta línea, asegura que a otras dos empresas de sonido también prestó mesas con inhibidores dentro, una de ellas de Lebrija y otra de Trebujena, con el fin de ir mermando poco a poco a la competencia. Esta compañía lleva operando por la comarca de Jerez y Sevilla desde el año 2002, aunque ahora por esta imputación podría verse alterada su actividad. En cualquier caso, tendrán que ser los jueces quienes dictaminen si se cometió la falta de coacciones e imponer las sanciones que procedan, de ser cierto.