Una pregonera de Alta Costura

«Encantada» y «muy entusiasmada». Así es como la diseñadora jerezana, Amparo Maciá, asegura estar ante el pregón que dará en la caseta de LA VOZ el próximo 7 de mayo. Un discurso con el que dará comienzo a la gran semana de la Feria del Caballo y para el que ya se está preparando, con el fin de que no le coja en ningún momento desprevenida. Y es que, ante todo, la costurera afirma ser muy «disciplinada», por lo que nunca deja nada en «manos del azar».

Fue ayer mismo cuando dejó entrever cierto nerviosismo ante semejante acontecimiento. Una noticia para la que ha necesitado cerca de dos días para poder «asimilar», alegando que no está «acostumbrada a que este tipo de eventos cuente con su presencia».

Y todo ello, a pesar de que se trata de una diseñadora que ha participado en los certámenes de moda flamenca más populares y que además se ha ganado a pulso el reconocimiento a nivel internacional. Entre otras cosas, gracias a sus famosos modelos, llenos de volantes que amplían un poco más el volumen de las ondas en los bajos y que estilizan la silueta de la mujer como nunca antes lo había hecho una prenda de semejantes cualidades.

Amparo Maciá comenzó su trayectoria profesional hace 15 años, tras haber realizado sus estudios en la ciudad de Sevilla. Desde entonces ha vestido de gala a presentadoras de televisión, como a María Teresa Campos o su hija, Terelu Campos; a artistas como Alba Molina, Tati Romani, Melody o La Macanita, entre otras. La actriz española, Norma Duval, también ha presumido de sus tejidos y formas, tanto en la Feria de Sevilla como en la de esta ciudad.

Además, la jerezana cuenta con varios premios, como el que ganó en 1997 en el tercer Certamen de Diseñadores Noveles de Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof), que más tarde le ayudó a comenzar su carrera como diseñadora. Un evento muy popular en todo el mundo y en el que ha permanecido presente hasta 2005, abriéndose paso incluso entre las grandes modistas de todo el país.

Es en 1999 cuando inaugura su primera tienda de moda flamenca en la ciudad. Más en concreto en Puertas del Sur. Pocos años más tarde abre su taller de Alta Costura Flamenca, éste en la calle Larga, así como tres tiendas especializadas en complementos, una en la calle Honda, otra en el centro comercial Área Sur y la última en la calle José del Toro en Cádiz.

En 2002 es seleccionada para elaborar los trajes para la entrega de premios de los juegos ecuestres mundiales, mientras que en 2005 fue la encargada de realizar los vestidos del grupo Son del Sol, que representó a España en el concurso de Eurovisión. El programa de televisión 'Se llama copla', de Canal Sur, también contó con su colaboración en 2008, año en el que vistió a la ganadora de la segunda edición, Laura Gallego.

A partir de 2007 comienza a participar en la Pasarela Flamenca de Jerez, evento en el que ha colaborado hasta la última edición, celebrada el pasado mes de febrero y en la que presentó sus últimos modelos de moda flamenca.

La colección

Y lo hizo con más de 15 años de experiencia a sus espaldas. Con su colección '15 primaveras', en la que predominan (como ella los llama) los verdes Andalucía y los azules eléctricos, como tonalidades novedosas, que se entremezclan con los colores clásicos de la firma: el rojo, el blanco y el negro. Creando formas llenas de armonía y en total sintonía con los múltiples volantes, todos ellos voluminosos y con una caída espectacular.

Unos diseños que se ajustan a la perfección a las últimas tendencias y que según confirma Maciá, estarán muy presentes en la Feria, ya que se han vendido «muy bien», sobre todo los de color esperanza. Quizás porque, a pesar de que el pueblo vaya a vivir estas fiestas en plena crisis, el Real se volverá a llenar «como siempre». Porque como bien asegura Maciá, «los clientes siguen comprando, solo han cambiado las formas. Ahora lo dejan todo para el último momento, y puede que no lleguen a cambiar toda la vestimenta». Por eso, algunos optan por cambiar el vestido, mientras que otros simplemente buscan complementos nuevos.

Y es que, al fin al cabo es «solo una semana al año». U

na breve parada en el tiempo en el que la mayoría «aparcamos los problemas y nos dedicamos a disfrutar», olvidando el pasado y el futuro, y viviendo el presente como si fuera el último instante junto a todos nuestros seres queridos.