¿QUÉ QUIEREN LOS SINDICATOS?

Leo que hoy se ha celebrado en Madrid la manifestación convocada por algunos sindicatos «en defensa del empleo de Nueva Rumasa», en la que han participado entre 500 y 3.000 mil personas, según las fuentes. Desde Jerez parece que salió un autobús con 26 personas, de las que la mitad eran sindicalistas no empleados de Nueva Rumasa. En ella se ha acusado a Nueva Rumasa de llevar donde se establecen «un modelo de gestión terrorista que acaba con el salario, los fondos de la Seguridad Social, los proveedores y el tejido productivo». ¿De verdad creen en lo que dicen? ¿Es que no recuerdan cuántos de los más de 60.000 empleos de Rumasa se perdieron tras la mal llamada expropiación? En concreto en Jerez, ¿qué pasó a partir de entonces con los miles de jerezanos empleados en sus bodegas? ¿Cuántos quedaron? ¿Están reclamando una intervención del Estado similar a la del 23 F y la desaparición, como entonces a cambio del enriquecimiento de algunos «amigos», de cientos de empresas en las que sus empleados nunca tuvieron problemas? Es indiscutible que Ruiz-Mateos, a lo largo de su dilatada vida empresarial, ha adquirido numerosas empresas en crisis y, seguro, habrá cometido algunos errores en su gestión, pero consiguiendo en la mayoría de los casos reflotarlas y hacerlas competitivas ¿Esto no lo recuerdan los sindicatos? ¿Cuántos de esos puestos de trabajo no se habrían perdido hace años si no hubiera sido por la intervención de Nueva Rumasa, que ha logrado mantener más de 10.000 empleos?

Ahora, cuando desde la banca hasta el más humilde de los autónomos se sienten azotados por la crisis y no saben cómo levantar cabeza, destruyendo a diario cientos o miles de empleos, Nueva Rumasa también tiene problemas. Con la diferencia de que, en lugar de recibir ayuda y apoyo de quienes tanto le deben, vuelve a tener que soportar -a diferencia de los favorecidos por continuas subvenciones, ayudas y «favores»- el acoso de los que quieren quitarse de encima a esta, para ellos, molesta «abeja». Tengo la seguridad de que Ruiz-Mateos sabrá encontrar, una vez más y a pesar de todo y todos, solución a esta difícil situación, priorizando los intereses de sus trabajadores. ¿Por qué no se reclama que se haga Justicia con él y, después de 28 años, se le compense por el expolio sufrido? Seguro que así se terminaba con la situación actual, se conservaban los puestos de trabajo y se creaban miles de ellos más.