José María Román retoma el mando de la Alcaldía chiclanera ante la presencia del anterior alcaldable popular Marín./ R. RÍOS
CHICLANA CRONOLOGÍA

Un año de metamorfosis política

Se cumple el primer aniversario de la moción de censura que acabó con el cuatripartito de Ernesto Marín y dio la Alcaldía al socialista Román

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El próximo sábado se cumplen 365 días de un acontecimiento histórico en la ciudad. La moción de censura presentada por PSOE, PSA e IU contra el Gobierno cuatripartito del PP y el hasta entonces alcalde, Ernesto Marín.

En estos últimos doce meses han cambiado muchas cosas. Lo primero, el equipo de Gobierno, que vuelve a ser mayoritariamente socialista, y el regidor, que pasó a ser aquel 22 de noviembre, José María Román. Pero además de las modificaciones formales, lo cierto es que en Chiclana las sensaciones son diferentes. En primer lugar el escenario social ha cambiado. El paro agudizado por la crisis económica castiga como nunca antes lo había hecho al sector de la construcción, y la ciudad supera los 10.000 desempleados.

Además, uno de los grandes temas pendientes, el proceso para regularizar las más de 15.000 viviendas ilegales que existen en el término municipal, se ha enquistado, y pese al empeño del Consistorio en sacarlo adelante la cuestión se ha politizado en exceso. El sábado que viene se ha convocado incluso una manifestación ciudadana que se opone a los pagos planteados.

Por lo demás, en el último año natural los «cambios de talante prometidos se han notado poco», según la oposición. Mientras tanto, Román y los suyos se congratulan de haber «desbloqueado» proyectos y actuaciones prioritarias como el tranvía, la carretera de circunvalación ronda oeste, o el polígono industrial de Miralrío, así como de «haber recuperado» el diálogo, que a su juicio se había perdido durante los 17 meses de Gobierno cuatripartito, con las administraciones superiores. Pero lo cierto es que un año después la ciudad no ha visto iniciarse aún ninguna de estas tres obras, y en muchos casos las actuaciones derivadas del Plan E de Fomento al Empleo del Gobierno central acumulan críticas y molestias más que jornales.

Tensión política

Para unos y otros el resumen que puede hacerse de estos últimos meses es muy diferente. Pero lo peor pasa por lo meramente político, ya que la tensión y la falta de debate de altura sigue estando presente en el día a día. A la polémica interna de IU, que ha ocasionado más de un rifirrafe entre su actual portavoz, José Pedro Butrón, y el alcalde «por no aplicar el reglamento», hay que sumar el abandono de las negociaciones «para alcanzar un acuerdo de mínimos» en las Áreas de Gestión Básica del PP y recientemente del Partido Andalucista.

Además, en los últimos meses la justicia ha dado varios reveses a quienes acusaban de prevaricación a los sucesivos Gobiernos socialistas por el archivo masivo de expedientes urbanísticos, lo que ha vuelto a disparar el cruce de acusaciones. Ese convulso escenario político tiene reflejo directo en la calle. El último episodio ha sido la creación de dos plataformas, una en contra de la regularización y otra a favor de que los propietarios de casas ilegales sean quienes paguen todo el proceso.