El Real, una pasarela de la moda flamenca

A medida que avanza la semana el Real de la Feria va cogiendo ambientillo y colorido. A esto contribuye, sin duda alguna, el vestuario de las mujeres, que se enfundan su traje de flamenca el miércoles y, hasta el domingo, prácticamente se desvisten sólo para dormir. Así que la elección del color y el diseño del traje es muy importante para disfrutar de la Feria con elegancia.

«Se lleva el talle muy bajito y que quede como un guante. Este año hemos trabajado mucho también los volantes canasteros, que son los cosidos al filo unos de otros y hay mucha variedad en los adornos para los volantes, por ejemplo, con encaje de bolillos», explicó ayer la diseñadora Macarena Beato, de la firma Faly, De la Feria al Rocío, un conocido establecimiento de la ciudad regentado por Faly Cornejo hasta su reciente fallecimiento y ahora, por su hija Macarena. «Lo más demandado este año ha sido el fajín. Los hemos hecho muy artesanales, de pedrería».

En cuanto a los tejidos, las jerezanas siguen demandando el popelín de toda la vida aunque también se deciden por la batista –un tela muy finita– o el cristal. «El beige y el morado son los colores estrella de este año aunque tampoco han perdido posiciones los clásicos: el negro, el rojo y el blanco», continuó la jerezana.

Completo

La elección de los complementos es también muy importante para que el traje quede redondo: «El mantoncillo termina el traje. Aunque digan que ahora no se venden, no es cierto, sí hay demanda», continuó Beato. Hay que completar el look con «unos pendientes grandes y una buena flor, grande o pequeña, pero colocada arriba».

Laura Tundidor, África Durán e Irene Millán, disfrutaron ayer del ambiente femenino del Real junto a sus amigas, todas vestidas de gitana: «He elegido el color blanco para mi traje porque, como soy morena, resalta», explicó Laura, que iba de estreno. África ha optado este año por el rojo: «Es un color muy flamenco y me gustan los clásicos. He elegido lo que me gusta, no lo que está de moda», aseguró. Irene, con un traje negro y blanco de hombros al aire, contó que eligió este original modelo de gitana «nada más verlo. Fue el que me gustó».

vmontero@lavozdigital.es