Detenidas en una redada seis personas vinculadas al clan de los hermanos Flores

La Guardia Civil desplegó ayer en Jerez un amplio dispositivo que acabó con la detención de seis personas, cuatro hombres y dos mujeres, relacionadas directamente con el peligroso clan de los hermanos Flores. La operación de la Benemérita comenzó sobre las 9.30 horas de forma simultánea en dos barriadas de la Zona Norte, San Juan de Dios y la Serrana, y fue acompañada de dos registros domiciliarios tras los que se produjeron las mencionadas seis detenciones.

El operativo estuvo formado por varias decenas de agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, apoyados por la Unidad de Seguridad Ciudadana de Jerez. Según fuentes del Cuerpo, a los seis individuos, familiares o allegados de los Flores, se les acusa de delitos de índole diversa, fundamentalmente en lo que se refiere al tráfico de estupefacientes. Sin embargo, este medio ha podido saber por fuentes de toda solvencia que a algunos de ellos se les podría vincular también con el homicidio de Catalina Ruiz Pato, la mujer de 65 años que fue asesinada en noviembre de 2007 en su domicilio de la Junta de los Ríos, en Arcos, a manos de unos asaltantes que entraron en la vivienda con el fin de perpetrar un robo.

Los detenidos se encuentran en la actualidad en diferentes dependencias de la Guardia Civil de la provincia, y se espera que sean trasladados ante la autoridad judicial competente a lo largo del día de hoy o de mañana. Según la Benemérita, tampoco está claro si el procedimiento será instruido en el Partido Judicial de Cádiz o en el de Jerez, algo que se conocerá en los próximos días. En lo que respecta a la operación en sí, poco más ha trascendido, puesto que se encuentra bajo secreto de sumario. Lo que sí han corroborado las fuentes oficiales es que permanece abierta, por lo que es muy posible que se realicen más detenciones en los próximos días.

Una banda sanguinaria

El pasado mes de agosto, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, respaldada por efectivos de la Comisaría provincial y de la Guardia Civil, ponía fin a una oleada de robos violentos producidos en diversas poblaciones gaditanas y malagueñas gracias a la detención del clan de los hermanos Flores, unos delincuentes de origen navarro afincados en Jerez y El Portal. Los agentes montaron un control en la A-381, a la altura del término municipal jerezano, y esperaron a que apareciera el vehículo de los sospechosos procedente de San Roque.

Cuando el turismo, un Citroën C4 que había sido localizado previamente por los profesionales, se topó con el dispositivo, comenzó un tiroteo que acabó con la vida del mayor de los hermanos, Cristóbal Flores, de 39 años. Otros dos miembros resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital del SAS de Puerto Real, mientras que el cuarto resultó ileso. Actualmente, los tres que permanecen vivos se encuentran en prisión, acusados no sólo de los robos sino de dos delitos de mayor gravedad: el asesinato de la joven de 19 años Tamara Leyton en la zona del Marquesado, en Puerto Real, y la agresión a un agente en prácticas de la Guardia Civil, que resultó herido en un tiroteo en Setenil.

Por si fuera poco, cabe recordar que el fallecido y uno de sus hermanos habían sido sentenciados con anterioridad a más de cien años de prisión, al ser los cabecillas de la conocida como banda de la carretera, que sembró el terror en los 80 en el norte del país. De hecho, los cuatro individuos habían estado entre rejas en varias ocasiones, e incluso Cristóbal Flores permanecía cumpliendo condena en la cárcel de Huelva cuando cometió sus últimas fechorías, durante los fines de semana que disfrutaba de permiso.

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