VISITA. Peter Caruana con la princesa Ana, ayer en Gibraltar. / LA VOZ
CAMPO DE GIBRALTAR

Moratinos expresa el «rechazo» a la visita de la princesa Ana al Peñón al ministro de Exteriores británico

La representante real inauguró una clínica militar en un territorio ocupado «ilegalmente» por el Reino Unido

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Continúa la polémica por la visita de la princesa Ana al Peñón de Gibraltar. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, trasladó ayer a su homólogo británico, David Miliband, el «rechazo» del Ejecutivo español a la visita de la princesa Ana de Inglaterra a Gibraltar, que «hiere la sensibilidad de todos los españoles». Fue el propio Miliband quien -en el marco de la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN que ha tenido lugar este jueves en Bruselas- se acercó al jefe de la diplomacia española «preocupado» por la cobertura informativa que en España se ha dado al viaje de la princesa Ana, según reveló Moratinos.

«Le he expresado el rechazo, consternación y preocupación del Gobierno español» por una visita que «hiere la sensibilidad de todos los españoles», explicó. Por su parte, el ministro británico recordó que Londres «ya había advertido» de que iba a producirse la visita de la princesa a Gibraltar y apostó por «seguir trabajando» para crear las mejores condiciones y avanzar, precisó Moratinos.

Por su parte, el PP ha seguido criticando la, a su juicio, tibia reacción del Ejecutivo ante la visita de la hija de Isabel II. Así, El coordinador de Presidencia y de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, denunció que en esta cuestión el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en un «experto en hacer concesiones a cambio de nada» y el diputado nacional José Ignacio Landaluce lamentó que no haya defendido «lo propio».

Polémica inauguración

Al malestar por la propia visita se le suma el hecho de que la clínica militar que ayer inauguró la princesa Ana se asienta sobre el istmo que une el Peñón a la Península, un territorio cuya soberanía reclama España y que está ocupado, según el Estado, de manera «ilegal». Es más, la propia Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes reconoció en 1981 que existían dudas acerca de la soberanía británica sobre el istmo.

Para echar más leña al fuego, el ministro Principal del Peñón, Peter Caruana, ha acusado al PP de utilizar la visita para «tratar de entorpecer y derrocar» el Foro Tripartito (España, Gran Bretaña y Gibraltar) de diálogo.