COLECTIVO. Los surfistas acuden a la playa de Vejer durante todo el año. / ROMÁN RÍOS
Janda

Ya no es lo que era

El dragado del fondo marino de la playa vejeriega, donde acuden miles de surfistas durante todo el año, acaba con las mejores olas de la provincia

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La fisonomía de la playa de El Palmar se ha transformado notablemente tras el dragado realizado en el fondo marino para recuperar el perfil de la costa. Este hecho ha provocado la desaparición del oleaje y ha mermado la calidad de la arena de la playa. Los surfistas de la zona son los primeros perjudicados aunque confían en que pronto la misma acción natural del mar recobrará las características olas de esta playa vejeriega.

El dragado del fondo marino de El Palmar comenzó el pasado 17 de junio tras un acuerdo entre Demarcación de Costas y las Cofradías de Pescadores de la zona y el Ayuntamiento de Vejer, para que la obra se llevase a cabo después de la campaña de la pesca del atún de almadraba. Según el Concejal de Turismo y Playas de Vejer, Manuel Jesús Melero, antes de esta actuación se informó a los vecinos y comerciantes sobre dicho proceso de recuperación de la playa. «Desde el gobierno municipal no hemos recibido quejas de ningún tipo, aunque entendemos que cualquier obra siempre perjudica a alguien», justificó el edil.

En El Palmar se dragaron unos 600 metros cúbicos de arena del fondo con lo que se ha podido realizar una ampliación considerable del terrero de la playa, que en la última década había retrocedido bastante. Según el concejal, «la actuación se llevó a cabo con una buena señalización de las zonas de trabajo divididas en tramos de 200 metros, se trabajó en tres turnos de ocho horas y los resultados han sido magníficos». Llamó especialmente la atención la enorme draga que se instaló cerca de la orilla donde se bombeaba la arena.

Debate abierto

Para el edil el surf sólo se ha visto perjudicado los cuatro días que se trabajó en la zona donde se permite su práctica. La consecuencia directa de esta actuación ha sido el cambio en la rompiente de las olas que se ha trasladado hasta la orilla dificultando la práctica del surf, que normalmente se realiza en mar adentro. También ha afectado a la calidad de la arena que se ha tornado más gruesa y provoca numerosos cortes entre los bañistas. Sin embargo, entre el colectivo de deportistas se han abierto diversas posturas al respecto. Juan Calderón, malagueño habitual de esta playa, se muestra muy crítico. «Me impresionó el nuevo aspecto de El Palmar, parecía una típica playa de Málaga». Calderón afirma que la playa ha perdido su atractivo por lo que muchos surfistas han terminado por irse a otras playas de Conil, Roche o Chiclana. «La recuperación de la playa es un proceso natural del mar que se está destruyendo con la interferencia de la mano del hombre» concluyó. Por su parte los surfistas Daniel Pérez, encargado de la tienda Kotadalu, y Miguel Rey opinaron que «la playa está impracticable» y que «habrá que esperar a los temporales de invierno para ver si la arena vuelve a su sitio». En este punto también coincide Vincent Lamaison que además añadió que «ha sido una buena decisión pero se ha hecho en mal momento para los surfistas». Por el contrario, Álvaro Gómez, encargado de la escuela de surf EL Palmar Vejer-Costas explicó que este hecho no les ha afectado porque este verano han registrado más alumnos e incluso han tenido que contratar a nuevos monitores. El colectivo de deportistas espera que las olas se recuperen y vuelva la actividad en sus aguas.