Marín reconoce que su gobierno «no funciona como yo quisiera», pero evita hacer grandes cambios

Tal y como había avanzado en su edición de ayer LA VOZ, las tres delegaciones que ostentaba hasta el momento la edil expulsada de IU, Nadine Fernández, pasarán a repartirse entre esta formación y el Partido Popular.

Participación Ciudadana será dirigida a partir de ahora por el número 3 de IU, José Blanco Corrales, que ya ostentaba Deportes y Cooperación Internacional; el área de Parques y Jardines quedará integrada en la delegación de Medio Ambiente que dirige el portavoz local de IU, José Pedro Butrón; y el principal cambio en la distribución de delegaciones anunciado ayer por el alcalde, Ernesto Marín, se producirá en Personal. Concretamente será el PP, partido mayoritario en el cuatripartito, quien ocupe esta delegación a través del hasta ahora edil de Atención al ciudadano extranjero y Presidencia, Andrés Núñez. Si algo destacó ayer en el anuncio que realizó el primer edil chiclanero de esta remodelación de su ejecutivo fue sin duda la réplica que Marín hizo a las declaraciones del PSA recogidas por este medio ayer sobre el mal funcionamiento de algunas parcelas municipales. Marín dijo ser «muy autocrítico y exigente con este gobierno» y reconoció abiertamente su malestar «porque existen algunos aspectos de este gobierno que no funcionan como yo quisiera». Estas palabras fueron incluso más allá y el regidor local advirtió que «yo mismo me digo a veces que no estoy de acuerdo con lo que estoy haciendo; lo que ocurre es que esa autocrítica cada cual la hace donde mejor le parece y no es normal que se haga en los medios de comunicación».

Cuestionado sobre qué parcelas de su gobierno considera que no están funcionando de la mejor manera en este año que lleva gobernando el cuatripartito, Ernesto Marín prefirió no pronunciarse. «Yo soy un alcalde que siempre gobierna con consenso y lo que tenga que decirle a mis concejales se lo diré a cada uno de la forma correspondiente», aseguró.

De lo que no cabe duda es que las palabras de la concejal del PSA, Ángeles Polanco, no sentaron nada bien en el seno del cuatripartito en el día de ayer. Sus declaraciones a LA VOZ asegurando haber solicitado hacerse cargo de varias delegaciones que a su juicio «no funcionan bien» fueron un nuevo revés a la alianza entre PP, IU, PA y PSA.

De cualquier forma, el alcalde insistió una y otra vez en su intervención en asegurar que «esta ciudad no está parada y nosotros estamos gobernando con naturalidad», dijo. Sin embargo, Marín sí reconoció haber «resuelto con facilidad» la que calificó de «pequeña crisis» originada por el cisma interno de IU. De momento en las previsiones de Marín no está el realizar nuevas remodelaciones en su equipo de Gobierno, «puesto que no sabemos el momento exacto en que se marchará la concejal Ruíz-Sillero». Cabe recordar que la elección de ésta como parlamentaria andaluza en los últimos comicios autonómicos podría hacer que la actual edil de Vivienda y Grandes Proyectos se viese obligada a abandonar su acta tras el verano, momento que podría ser aprovechado por Marín para redistribuir las delegaciones y responsabilidades de forma drástica.

IU, con Fernández

Por su parte, el coordinador provincial de IU, Antonio Roldán, ya ha empezado a hablar de posibles «cambios» en el Gobierno de la ciudad «si se dan las circunstancias». El alcalde de Conil reiteró que Fernández «es el referente del partido en el Ayuntamiento» y anunció su inclusión en la gestora del partido en la localidad junto al parlamentario andaluz Ignacio García, miembro del Consejo Andaluz; y a José Antonio Bello, representante del Consejo Provincial.

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