Cinco décadas de historia reducidas a escombros

Más de cincuenta años de historia de un pequeño poblado almadrabero, que alcanzó la cúspide en los años 40 y 50, y quedó en el olvido. Ése será el titular que pasará a la historia después de que ayer, 14 de julio de 2008, dieran comienzo los derribos controlados de la práctica totalidad de edificios en estado ruinoso que quedaban en pie en Sancti Petri.

A primera hora de la mañana, y acompañados por varias patrullas de la Policía Local que procedieron al desalojo de media docena de viviendas que estaban ocupadas por familias sin recursos o turistas avispados, los técnicos de la empresa pública Tragsa iniciaban la demolición de un rincón de la historia pesquera de Chiclana.

Reducidos a escombros quedaban pronto los finos tabiques que en en otro tiempo dieron cobijo a pescadores y personal del Consorcio Nacional Almadrabero constituido en la península.

La extracción de atunes dejó de ser rentable a finales de los 60 y el Consorcio se disolvió hace ya más de treinta años.

La historia reciente del poblado se reduce a suciedad, falta de higiene y cascotes. Progresivamente, (y de forma más acentuada en los últimos cinco años), Sancti Petri ha ido perdiendo su esencia, distribución original y edificios. Algunas casas se han conservado mejor que otras, fundamentalmente porque los marineros profesionales y aficionados que faenan en las aguas de la bocana de entrada al puerto o en las inmediaciones de las marismas las han utilizado como almacén.

Hace unos días ,el Ayuntamiento conseguía su propósito de que Costas derribara los dos edificios anexos a la Iglesia del Carmen Atunera del poblado, en proceso de restauración. El riesgo de derrumbe, la falta de la salubridad, y el abandono institucional absoluto han provocado que las excavadoras redujeran a polvo el resto del poblado.

Actualmente hay cuatro propuestas para el poblado de Sancti Petri. Una contempla reducir la edificabilidad, instalar zonas comerciales y una torre mirador. La segunda incide en potenciar su uso para los socios del Club Náutico, algo en lo que coincide en con otro de los proyectos, que inciden en el empleo para amarres del caño del Alcornocal. Por último, otra idea sería la de hacer un entorno moderno, con amplias zonas comerciales.