Efecto Zeigarnik: por qué es más probable que acabes una tarea si la empiezas en lugar de posponerla

Según revela este sesgo cognitivo, la procrastinación es más fácil que surja si aún no hemos comenzado a hacer algo que si ya estamos en ello

Silvia González

Cuando hablamos del efecto Zeigarnik estamos refiriéndonos a la motivación que tenemos para finalizar las tareas, es decir, que hacemos referencia al por qué terminamos lo que nos proponemos hacer y por qué sin embargo hay otras tareas que preferimos procrastinar en nuestro día a día.

Bluma Zeigarnik fue la psicóloga rusa de la corriente de la Psicología de la Gestalt que, mientras observaba cómo trabajaban los camareros durante una cita, se fijó en la capacidad que tenían para recordar los pedidos pendientes de servir, pero se olvidaban con facilidad de los pedidos que ya habían entregado a los clientes. Esta idea se sumó a una de las tesis centrales de la teoría de Kurt Lewin . En ella se definía toda persona como un campo de energía complejo con tensiones psicológicas que actúan como fuente de energía que fundamentan el comportamiento de forma que la tensión psicológica se libera cuando se logra el objetivo de dicho comportamiento.

Bluma describió, por tanto, el efecto Zeigarnik como la tendencia del ser humano a recordar y a centrarse más en las tareas inacabadas que las tareas ya finalizadas.

Entre 1924 y 1926 Bluma Zeigarnik realizó distintos estudios sobre este efecto. En ellos pedía a los participantes que realizasen una serie de tareas sucesivas y, para probar el efecto que lleva su nombre, a los participantes se les interrumpía durante la realización de la mitad de estas tareas. Los resultados demostraron que los participantes recordaban mejor las tareas que se les había impedido completar que las que ya habían terminado. Además, se comprobó que cuando se terminaban las tareas se olvidaban más fácilmente de ellas.

También se observó que si la persona estaba concentrada y se interrumpía la tarea se mantenía mucho más en la memoria que si la persona se encontraba cansada. Esto hace alusión al efecto que la fatiga tiene sobre la dificultad de recordar las tareas.

Lo que el efecto Zeigarnik nos enseña es que cuando la gente empieza una tarea tiene mucha más predisposición a terminarla que si no la llega a comenzar. La procrastinación es más fácil que surja si aún no hemos comenzado a hacer algo que si ya estamos en ello.

Para lograr una meta hay que comenzar a hacer algo, da igual por donde, lo importante es empezar, ya que si seguimos adelante con la tarea, entonces cada vez te involucrarás más y te será más difícil abandonarla.

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