Adelgazar
Cómo recuperar la movilidad después de un periodo de inactividad
Empezar con un entrenamiento de fuerza es lo más efectivo para ejercitarse tras un periodo de sedentarismo
Aunque hablemos constantemente de las virtudes de hacer ejercicio, y seamos conscientes de ellas, no todo es tan fácil como parece. Comenzar (o volver) a hacer deporte siempre es difícil, pues la pereza y la poca motivación pueden hacer que desistamos de nuestro objetivo con facilidad. E incluso puede ser más complicado si ya hemos tenido nuestros «pinitos» con la actividad física, y ya sea por un problema médico, o simplemente «por esas cosas que pasan», la hemos dejado.
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Volver al deporte tras un periodo de sedentarismo , o tras una lesión, requiere hacerlo de manera gradual y sin forzarnos. Aunque el primer impulso para recuerar la actividad física sea lanzarnos al cardio, tanto el entrenador personal Alejandro Barrio ( @abarrio_ ) como la entrenadora personal Sarai González ( @saraigonzalezentrenadora ) coinciden en que el entrenamiento de fuerza tiene más beneficios en primera instancia. «La fuerza aporta una mayor calidad de vida: mejora la fuerza muscular y la salud postural, previene lesiones y muestra el cuerpo más tonificado», apunta Sarai González. Por su parte, Alejandro Barrio, aunque indica que «para una persona completamente sedentaria, cualquier forma de ejercicio físico supondrá un beneficio para su salud», también se decanta por el entrenamiento de fuerza, pues de esta manera ofreceremos a nuestra masa muscular un estímulo mecánico que pueda generar adaptaciones positivas.
Volver a la rutina antigua
Dejar atrás la vida sedentaria es un proceso, y a la hora de elegir con qué ejercicios queremos retomar nuestra actividad, la entrenadora personal Irene Pérez ( @irenutrifit ) explica que lo mejor es volver a realizar las actividades físicas que dejamos a un lado y empezar, poco a poco, a recuperar nuestra rutina diaria. Si no hemos hecho antes deporte, su recomendación es decantarnos por ejercicios suaves, de baja intensidad y con un tiempo marcado no excesivo . Si hablamos de ejemplos más concretos, Alejandro Barrio recomienda comenzar con ejercicios de fuerza con nuestro propio peso corporal : «Sentadillas a una pierna con apoyo, fondos en el suelo, flexiones, o incluso dominadas si se dispone del material necesario pueden ser buenos ejercicios para iniciarse». Si queremos incluir algo de «vida» al entrenamiento, podemos utilizar algunos materiales simples que nos ayuden a darle más potencia a los ejercicios. Explica el entrenador que las tres adquisiciones más útiles a la hora de programar un entrenamiento un par de mancuernas, un TRX y un par de bandas elásticas de distinta resistencia.
Puede que nos de miedo, si llevamos mucho tiempo alejados de él, realizar deporte y después lesionarnos. Sarai González explica en primer lugar la importancia de entender que un ejercicio puede funcionar para una persona, y para otra no. «Cada persona tenemos unas necesidades diferentes y eso es algo que tenemos que tener muy claro. Una persona que tiene un trabajo sedentario evidentemente es diferente a la persona que tiente un trabajo de mucha actividad», explica y continúa para recomendar, con el fin de evitar lesiones, informarse muy bien antes de empezar con el deporte y sobre todo, «tener muy en cuenta que no todo vale». Recomienda elegir ejercicios que nos ayuden a fortalecer muscularmente y posturalmente para así evitar dolores en nuestra vida diaria. «No hay un ejercicio malo, si no un ejercicio mal ejecutado», termina.
Bailar para empezar a ejercitarnos
Otra manera de empezar a movernos poco a poco puede ser a través del baile. Comenta Irene Pérez que es una actividad sencilla que nos sirve como ejercicio cardiovascular y para la que no necesitamos nada. «Con elegir la música que nos guste y a mover el cuerpo como mejor sepamos, estamos liberando una cantidad de hormonas de la felicidad increíble, y nos ayuda a movernos», dice la entrenadora.
El consejo general de los tres entrenadores es encontrar ejercicios que realmente nos motiven. Una opción puede ser optar por actividades grupales , ya que estas, comenta Alejandro Barrio, suele suponer una mayor motivación para la mayoríade personas. Aun así, recomienda que nos preguntemos a nosotros mismos qué nos gusta y, en caso de no saber exactamente lo que a uno le gusta («algo que ocurre en muchísimas ocasiones»), intentar responder a «¿Qué prefiero?» de todo lo que tengo a mi alcance. «Todo esto lo hacemos con el objetivo principal de mejorar la adherencia del ejercicio físico, entendida como la capacidad de continuar con un proceso a lo largo del tiempo», recuerda el entrenador. «La introducción siempre debe ser de manera progresiva. Y es importanteencontrar una disciplina deportiva que nos guste para poder generar esa necesidad de actividad en nuestra vida diaria», concluye Sarai González.
