Nutrición

Selenio

Una dieta pobre en alimentos que contienen selenio puede ser perjudicial para la salud, pero también tomarlo de manera excesiva puede acarrear problemas graves en nuestro cuerpo

Selenio. Adobe Stock

I. M.

Puede que el selenio sea uno de los minerales de los que menos se hable, pero es indispensable para nuestro organismo y lo obtendremos a través de los alimentos que consumamos en nuestra dieta. Solo necesitamos pequeñas cantidades de este oligoelemento, pero es fundamental ya que ayuda al cuerpo a producir proteínas especiales, llamadas enzimas antioxidantes, que participan en la prevención del daño celular. Así que el selenio es un agente protector del estrés oxidativo y tiene una función similar a la de la vitamina E. Este mineral está implicado en la defensa de la formación de radicales libres.

El consumo de una cantidad adecuada de este micronutriente ha sido relacionado con la reproducción y la protección frente a diferentes infecciones e incluso contra algunos tipos de cáncer. Sin embargo, de esta última afirmación no hay suficientes evidencias científicas que lo respalden. El selenio también interviene en la glándula tiroides y el sistema inmunitario.

Deficiencia y exceso de selenio en el organismo

Como en otras muchas sustancias, una dieta pobre en alimentos que contienen selenio puede ser perjudicial para la salud, pero también tomarlo de manera excesiva puede acarrear problemas graves en nuestro cuerpo. Así que a la hora de tomar selenio hay que ser sensato y no pasarnos ni quedarnos cortos. Pequeñas cantidades de este mineral son suficientes para realizar las funciones esenciales en nuestro organismo. De hecho, el cuerpo humano es capaz de almacenar de 13 a 30 miligramos de selenio distribuidos entre los músculos y la tiroides.

La cantidad recomendada al día de este mineral es de 50-60 mcg/día en personas adultas. Las mujeres embarazadas y lactantes deberán aumentar las cantidades diarias y los niños necesitarán menos cantidad de este mineral para su día a día.

Una carencia de selenio en nuestro organismo puede provocar fatiga, debilidad muscular y dolor articular , inmunodeficiencia, deterioro de la producción de esperma (en hombres), ansiedad, estados de ánimo depresivos y cambios de humor. En casos extremos puede llegar a provocar enfermedades en la tiroides y en el corazón.

Sin embargo, como hemos dicho antes, un exceso en el consumo de selenio también puede ser perjudicial para nuestra salud y puede provocar fatiga, caída del cabello, debilidad en las uñas, náuseas, vómitos y diarreas, mal aliento y trastornos en la función motora. De ahí que es muy importante no tomar suplementos de selenio sin la valoración previa de un profesional.

Alimentos ricos en selenio

Los alimentos de origen vegetal dependerán de la cantidad de selenio que tenga la tierra en la que se cultivan dichas verduras, hortalizas y frutas. Lamentablemente, en Europa cada vez hay menos selenio en las tierras donde se cultiva, así que hay que buscar las fuentes de selenio en alimentos de origen animal como los pescados y mariscos y las carnes.

También se puede encontrar selenio en frutos secos como las nueces de Brasil, en las semillas de las pipas de giraso l y en los cereales integrales.

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