«A veces pienso que mi hermano Juan Antonio Gómez está vivo; tuvo que ser un accidente»

Para Carmen Gómez Alarcón, la incertidumbre y el dolor son iguales de intensos que el día que perdieron el rastro de su hermano, Juan Antonio

Carmen Gómez Alarcón ABC

A. R. V.

El tiempo no mitiga el dolor en las familias de los desaparecidos. No tiene ningún efecto balsámico cuando no hay una explicación cierta. Para Carmen Gómez Alarcón , la incertidumbre y el dolor son iguales de intensos que el día que perdieron el rastro de su hermano, Juan Antonio . «Estás siempre como el primer día. La misma angustia de todos los familiares a los que les toca esta china», comenta Carmen.

Experimentado montañero y gran aficionado a la espeleología y el senderismo, este joven de 32 años estaba preparando la segunda edición de su Guía de la Sierra de Mijas cuando desapareció de este pueblo malagueño el 20 de julio de 2010. Su hermana tiene grabada a fuego esa fecha. Cómo olvidarla. Durante semanas en jornadas interminables, agentes de la Guardia Civil y centenares de voluntarios peinaron cada recoveco, cueva o ruta de esta serranía que tan bien conocía Juan Antonio. Pasaron por los mismos lugares dos y tres veces, pero sin ningún resultado. «Cuando se marchó a la montaña no se llevó documentación ni teléfono móvil, nunca lo llevaba consigo cuando hacía sus rutas. Intentó quedar con varios amigos, pero no podían. Así que se fue solo ». Partió para realizar una ruta por la sierra durante un par de días. Jamás regresó. El intrépido senderista, amante de la naturaleza, era el tercero de cuatro hermanos. Carmen estaba embarazada de ocho meses cuando dejó de verlo.

Un día antes la había visitado e incluso había dejado encargado un esterilizador de biberones en un establecimiento de Málaga. Dos años después, su hermana acudió a la tienda a recoger el esterilizador que todavía figuraba entre los pedidos. Son detalles, tristísimos vistos con la perspectiva del tiempo, pero que prueban que Juan Antonio Gómez no se quería ir. Después del tiempo transcurrido sin noticias es improbable, pero la esperanza de volver a verlo sano y salvo nunca se pierde. Siguen esperando un milagro. «Pensamos que ha tenido un accidente. En alguna ocasión se piensa que puede estar vivo, que quizás tenga amnesia y se encuentre mal físicamente, pero siempre te queda la esperanza».

Cada desaparición en parecidas circunstancias a la de Juan, hace revivir la pesadilla en la familia. Desde 2010 hasta ahora han sido hallados cinco o seis cuerpos en el entorno donde se evaporó su hermano, pero la prueba de ADN descartó que los restos humanos fueran suyos. El 20 de julio de 2015, el mismo día del quinto aniversario, «leímos en la prensa que habían encontrado un cuerpo en el Pico de la Concha, en Marbella; pensamos que podía ser Juan, pero no», cuenta Carmen. « Esto ha cambiado nuestras vidas totalmente . Cambia hasta tu personalidad. Yo soy una madre sobreprotectora, no pierdo de vista a los niños ni un segundo».

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