El juego en Andalucía

La recaudación fiscal por las apuestas sube un cuatro mil por ciento en dos años

Andalucía tiene una ley de 1989 y un reglamento de 2017 que sólo establece que estos locales deben estar separados por cien metros

Tres jóvenes delante de una pantalla de fútbol en una casa de apuestas deportivas Reuters

Stella Benot

La preocupación social por el auge de las apuestas deportivas y online y la proliferación de los salones de juego, sobre todo en los barrios trabajadores se puede medir con cifras objetivas. Porque el juego está regulado en España de forma que reporta una importante cantidad de ingresos económicos a las arcas públicas de las distintas administraciones. Estos ingresos forman parte, además, del actual modelo de financiación autonómica porque las comunidades recaudan una parte de los tributos que se pagan por cada apuesta o cada cartón de bingo que se juega en las salas de su territorio. Eso, además de recibir una parte importante de los ingresos que la Hacienda del Estado recauda por las apuestas online, que son de su competencia.

En este escenario es revelador destacar que los ingresos de la Hacienda andaluza han aumentado nada menos que un cuatro mil por ciento entre septiembre de 2017 y septiembre de 2019 , en sólo dos años. Según los datos oficiales de la Consejería de Hacienda, en los nueve primeros meses de 2017 se recaudaron 22.000 euros en tasas fiscales de apuestas, una cantidad que hasta este mes de septiembre asciende a 1,8 millones de euros, una subida mucho más que llamativa que se produjo de golpe en el año pasado, ya que en septiembre de 2018, la recaudación rozó el millón de euros.

Contando todo tipo de actividades de juego (máquinas recreativas, bingos, tasa de los casinos, rifas y apuestas hípicas), Andalucía ha recaudado hasta el pasado mes de septiembre 92,5 millones de euros, cifra que dos años atrás era de 86 millones de euros.

Fuentes de la Consejería puntualizan que la tasa fiscal sobre las apuestas deportivas recaudó 1,9 millones de euros en 2018 , una cantidad similar a la que se ha recaudado en los nueve primeros meses de 2019, con lo cual crece a un ritmo superior al 30%. Según indicaron este sábado a este periódico, el año 2017 no es significativo, pues fue cuando se puso en marcha el decreto que regula la recaudación de esta tasa para terminales de apuestas, y aunque la recaudación es de 22.000 euros se refiere a apenas unos días de aplicación. Es en el primer trimestre de 2018 cuando está a pleno rendimiento, añaden las citadas fuentes.

Basándose en la línea ascendente de actividad de las apuestas, sobre todo en el juego online, la Consejería de Hacienda calcula que el próximo año la recaudación fiscal de las apuestas deportivas alcanzará los 2,8 millones de euros , mientras que en el sector de juego tradicional la recaudación será en torno a 160 millones de euros. Así lo recoge el Presupuesto de la Junta para 2020 que incluye también otros datos: el sector del juego tiene en Andalucía unas 1.300 empresas que son el soporte de 9.300 puestos de trabajo directos.

Cuatro mil máquinas

Con todo, lo más llamativo de las previsiones del Ejecutivo andaluz es que cifra en cuatro mil unidades las máquinas de juego y terminales de apuestas que funcionarán legalmente en Andalucía el próximo ejercicio. Se calculan por unidades porque cada una de ellas paga sus correspondientes impuestos.

Según los datos actuales, en todo el territorio andaluz funcionan actualmente 869 salones de juego , siendo Málaga (200) y Sevilla (193) las provincias que acumulan la mayor parte de ella. Pero es llamativo destacar que en Huelva, con mucha menor población, funcionan 120 salones de juego , mientras que en Cádiz hay 86 y en Almería y Córdoba funcionan 45 en cada una de ellas. En Granada hay 52 salas de juego y en Jaén, 48.

Las normas

La velocidad con la que ha cambiado la manera de jugar vinculada ahora a las nuevas tecnologías y las plataformas digitales ha provocado un enorme desfase entre la normativa del juego y la práctica real del mismo. No obstante, ningún gobierno andaluz se ha preocupado por actualizar la normativa vigente. Y eso que la Ley del Juego es del año 1986. Desde esa fecha hasta ahora, se han firmado numerosos decretos y órdenes, además de una Ley sobre las máquinas tragaperras, que lo único que han hecho ha sido regular los gravámenes fiscales sobre las distintas actividades del juego.

Son, en realidad, órdenes relativas a los impuestos y a las tasas fiscales que, esas sí, se han actualizado lo más rápidamente posible a las nuevas tendencias del mercado.

En el año 2017, cuando ya estaban empezando a surgir las apuestas deportivas y a proliferar un nuevo tipo de salones de juego, el Gobierno de Susana Díaz publicó un Reglamento de Apuestas de la Comunidad Autónoma de Andalucía que recogía cierta preocupación por este asunto: «La actual realidad y situación del mercado del juego (...) hacen necesario establecer para las apuestas una regulación que (...) sirva al mismo tiempo de instrumento eficaz para la prevención y protección de aquellas personas que puedan padecer los efectos del juego patológico, de los derechos de las niñas, niños y adolescentes».

Pero no pasaba de ahí. Un año más tarde, en 2018, una orden restringía un poco más la actividad de los salones de juego pero estableciendo únicamente dos condiciones relevantes. La primera es que no se podrá autorizar la apertura de ningún salón de juego que se encuentre a menos de un radio de cien metros de otro, y la segunda es que no se permitirá en ningún caso el acceso a menores de edad.

Sin embargo, se establecen dos tipos de salones de juego. Unos sin control de acceso, con máquinas recreativas sin conexión entre ellas , y otros con control de acceso, con máquinas interconectadas (como las de las apuestas deportivas) q ue dan mayores premios y que contarán con una persona encargada de impedir que accedan quienes que estén incluidos en el Registro de Control e Interdicción de Acceso a los establecimientos de juego.

El pasado mes de septiembre, el PSOE presentó en el Parlamento de Andalucía una proposición de ley para regular el juego online y, especialmente las apuestas deportivas. Una iniciativa que no se está tramitando en la Cámara porque el Gobierno alegó que estaban preparando otra normativa más ambiciosa.

La realidad es que, hasta ahora, no hay ninguna normativa autonómica que recoja la nueva realidad del juego que se ha convertido en una preocupación social. Tampoco a nivel estatal se ha dado una respuesta de los legisladores a las demandas ciudadanas. Las apuestas online son competencia estatal por lo que cabría esperar una ley marco que establezca medidas genéricas a desarrollar posteriormente por las comunidades. Claro que tendrán que hilar muy fino porque el asunto afecta, y mucho al sostenimiento de las arcas públicas. Hay mucho dinero en juego.

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