Política andaluza
Primarias definitivas para el susanismo
La lideresa socialista ya sabe que tendrá rivales en su afán por mantenerse como Secretaria General del PSOE andaluz
Los mensajes que trasladan desde Ferraz son claros: el próximo Congreso Regional del PSOE andaluz debe ser el final de Susana Díaz como líder orgánico pero el relevo deberá gestionarse desde Andalucía, auspiciado por los militantes andaluces y con alternativas andaluzas... aunque siempre habrá alguien dispuesto a echar una mano en la Dirección Federal... si fuese necesario. La situación interna del PSOE andaluz es, en este momento, uno de los penúltimos problemas de Pedro Sánchez , que tiene en sus manos un complicadísimo Gobierno de coalición, el problema de Cataluña y unos socios parlamentarios que le van a apretar en asuntos políticos y presupuestarios.
Además, el presidente del Gobierno no quiere discrepancias internas ni enfrentamiento con los barones socialistas y por eso también ha llegado a una entente cordiale con Susana Díaz , lo que no significa que las diferencias entre ambos se hayan diluido. Ni mucho menos. Ninguno de los dos es de esa condición y ambos saben perfectamente las cuentas que tienen pendientes. Apuntadas quedan para el futuro.
En las últimas semanas, había muchos rumores sobre la posibilidad de que Susana Díaz diese el salto a Madrid , pero ninguno de ellos provenía de fuentes socialistas solventes. En San Vicente saben de más que esa posibilidad no existe. Susana Díaz es la primera que es consciente de que su futuro dependerá exclusivamente de ella y de los adeptos que pueda lograr en su nueva carrera para revalidar su cargo como secretaria general del PSOE andaluz, la única vía que tiene para volver a presentarse como candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía.
Gutiérrez Limones le disputó el cargo, pero Díaz, entonces, tenía poder
Una política experta y avezada como ella no dejaría su futuro político en manos de Pedro Sánchez, con un cargo en el que la pudiese cesar en cualquier momento. Su escaño en el Parlamento andaluz es, por el momento, su aval.
Porque el principal problema que tiene Susana Díaz ahora mismo es que ya sabe que tendrá que enfrentarse a unas elecciones primarias por la Secretaría General del PSOE andaluz. Quedan muchos meses porque el Congreso Regional será al final del verano, pero la carrera a por el sillón de San Vicente ya ha empezado . Y ha sido precisamente Juan Espadas, su apuesta personal para el Ayuntamiento de Sevilla , quien ha dado el primer paso.
Y no será el único candidato. Los diferentes movimientos opuestos a Susana Díaz llevan meses tomando posiciones para presentar un candidato que sea capaz de liderar el partido y ganar las elecciones andaluzas de 2023 . Hay varias opciones, tal y como publicó ABC el viernes, pero tampoco se descarta llegar a un acuerdo entre todos los opositores a Susana Díaz, que cada vez son más. María Jesús Montero y el jiennense Felipe Sicilia también están en las quinielas, pero siempre hay quien sale a última hora o quien aparece «de repente» para unir todas las sensibilidades. Hay muchas opciones abiertas y todo puede suceder pero una buena parte del PSOE andaluz está en contra de que se produzca una bicefalia : un secretario general y otro candidato a la Junta. Esta fórmula siempre ha fracasado en el partido y ha terminado en crisis. Lo único que les faltaba.
Sin rivales hasta ahora
En este escenario, Susana Díaz tendrá que enfrentarse a sus primeras elecciones primarias de verdad en Andalucía. Hasta ahora sólo había tenido un congreso con un rival, el senador Antonio Gutiérrez Limones , quien le disputó la Secretaría General del PSOE de Sevilla en el año 2012. Entonces ella había sido hasta meses antes la secretaria de Organización del PSOE sevillano, es decir, quien controlaba el partido, y acababa de ser nombrada flamante consejera de Presidencia e Igualdad del Gobierno de José Antonio Griñán. Ganó el congreso casi sin despeinarse.
Nunca más ha tenido rival en las urnas internas del PSOE porque las dos veces que ha optado a la Secretaría General del PSOE andaluz era ya presidenta de la Junta de Andalucía. En 2013, Luis Planas ni siquiera logró los avales necesarios para poder presentarse a las primarias. Susana Díaz ganó siendo la única candidata. Exactamente igual que sucedió a finales de julio de 2017: nadie logró los avales necesarios para enfrentarse a ella. Se pedían entonces el 20% de las firmas de los censados para que se abriesen las urnas.
Ha perdido la Junta y su «ejército» está cada vez más menguado, con muchos enemigos a sus espaldas
En medio de estas dos elecciones regionales, Susana Díaz sufrió su primera derrota de manos de Pedro Sánchez . Se enfrentó a unas primarias federales, sin controlar todos los resortes del partido, y perdió.
Aquello fue una lección que ella no está dispuesta a que le vuelva a suceder y por eso está ya trabajando en su candidatura para el Congreso Regional de este verano aunque es consciente de la realidad que tiene por delante. Ha perdido la Junta de Andalucía y su «ejército» está cada vez más menguado.
Ella misma está viendo cómo «su gente» está ya en los bandos de enfrente. Son muchos los enemigos que se ha dejado por el camino empezando por su exportavoz, Mario Jiménez , quien ha trabajado con ella de manera leal y ahora tiene mucho tiempo libre... exactamente igual que otros diputados como Ángeles Férriz (Jaén) o alguno de Cádiz que ocupó un importantísimo cargo en el Gobierno andaluz.
Ahora, además, todos sus rivales podrán presentarse porque los nuevos estatutos del PSOE que impulsó Pedro Sá nchez sólo reclaman unos avales equivalentes al 3% del total del censo. Casi simbólico, podría decirse.
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