El PP andaluz, en busca de la sonrisa perdida

La cúpula regional está preocupada por las municipales y ha convocado juntas directivas para arengar a sus afiliados y animar a los cargos

El exjefe de campaña de las generales, Maroto, con el cartel de Pablo Casado ABC

Stella Benot

Si en público guardan silencio y echan sobre las espaldas de la vicesecretaria general, Loles López, todas las reacciones públicas, en privado la dirección del PP andaluz está más que preocupada , con Juanma Moreno a la cabeza. No sólo mirando al 28-A sino, sobre todo, con la vista puesta en las municipales. Los populares andaluces saben que las alcaldías son más que ninguna otra administración donde de verdad está el poder político.

El problema en este momento no es tanto el resultado electoral como la moral de la tropa. Sobre todo de los mandos y los cuadros del partido que son los que tienen que movilizar a los afiliados.

Así, van a convocar en esta misma semana a los diferentes órganos del partido para dar argumentos que se puedan replicar en las provincias. Este viernes, Juanma Moreno va a reunir a su Junta Directiva Regional ante la que va a pronunciar un discurso que el pasado lunes estuvieron pergeñando en la minicumbre que se celebró en el Palacio de San Telmo junto a Loles López, José Antonio Nieto, Elías Bendodo y Toni Martín. Los presidentes provinciales harán lo propio en sus respectivas provincias para que la imprescindible movilización llegue a todos los rincones.

El Gobierno del cambio

El mensaje es claro: el PP andaluz siempre ha sido moderado y en él caben desde el centro izquierda al centro derecha, como ha sido siempre. Además, el Gobierno del cambio está teniendo resultados positivos en la vida de los andaluces «pero todavía no ha dado tiempo a que la gente se entere».

La dirección andaluza considera que precisamente la posición de Juanma Moreno es una ventaja en estos momentos ya que no tiene que sobreactuar. Siempre ha defendido un partido moderado y se ha identificado con el modelo de Soraya Sáenz de Santamaría y de Mariano Rajoy.

Eso sí. También habrá un cierre de filas con la dirección de Pablo Casado porque consideran que no ha llegado el momento de plantear ninguna otra alternativa. En tiempos electorales, lo más adecuado es la prudencia y que no se mueva absolutamente nada que pueda perjudicar, aún más, a la delicada situación por la que están pasando.

El contenido concreto del mensaje ideológico no preocupa demasiado. Ni hay que abandonar de sopetón el giro a la derecha que se ha dado para las generales, ni tampoco mantenerlo a capa y espada. Esta incertidumbre se diluye precisamente presentando lo que ya ha hecho el Gobierno del cambio: bajada de impuestos, preocupación por los autónomos y la creación de empleo , además de la eliminación de las trabas burocráticas para la creación de empresas. Pero, sobre todo, la eficacia en la gestión pública para que haya más fondos para sostener los servicios públicos... y las obras en los pueblos.

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