Pablo Iglesias, en una imagen de archivo
Pablo Iglesias, en una imagen de archivo - ÓSCAR DEL POZO
FESTIVIDAD

Pablo Iglesias tilda de «patrioterismo rancio e inculto» la Toma de Granada por los Reyes Católicos

El secretario general de Podemos contesta así a Esperanza Aguirre, que calificó esta celebración como «un día de gloria para los españoles»

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El 2 de enero de 1492 las tropas cristianas comandadas por el rey Fernando y la reina Isabel entraron en la ciudad de Granada. Caía así el último bastión musulmán de la Península, tras casi diez años de encarnizada guerra entre los Reyes Católicos y la dinastía nazarí. Desde entonces, coincidiendo con la rendición del desconsolado Boabdil, el pendón de los Reyes Católicos recorre las calles de Granada. La fiesta se mantuvo incluso durante los tiempos convulsos de la Segunda República, con Manuel Azaña como presidente de un gobierno de coalición republicano-socialista. Entonces se lanzaron vivas a España, a la República y a Granada.

A pesar de estos precedentes históricos y del evidente arraigo institucional y social que tiene esta fiesta entre la mayoría de granadinos, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se sumó a los detractores de la celebración que tildó de «patrioterismo rancio, inculto y reaccionario».

El líder de la formación morada aprovechó la red social Twitter para contestar a la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, quien poco antes se había congratulado por la conmemoración de la Toma de Granada hace 525 años asegurando que éste es «un día de gloria para los españoles».

«Hoy hace 525 años de la toma de Granada por los Reyes Católicos. Es un día gloria para las españolas. Con el Islam no tendríamos libertad», escribió la expresidenta madrileña en su cuenta personal de Twitter.

El comentario de la exministra encendió las redes sociales y provocó una catarata de reacciones, empezando por el propio Pablo Iglesias, quien afirmó «espero que Esperanza Aguirre no admire también los hábitos higiénicos de los reyes católicos. Patrioterismo rancio, inculto y reaccionario».

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