Los movimientos para unir fuerzas contra Susana Díaz

Los críticos del PSOE siguen divididos pero con un objetivo común: entrar en el Comité Federal y aislar a los susanistas

La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, durante su comparecencia ante los medios en la sede de su partido EFE

Stella Benot

Los miembros del ejército de Susana Díaz no pierden la ocasión para trasladar que los críticos son pocos y, además, están divididos. Y no les falta razón. No se trata sólo de los posibles nombres de los rivales que le están saliendo a Susana Díaz: Felipe Sicilia, María Jesús Montero, Juan Espadas o Ángeles Férriz sino de los grupos de militantes que están detrás de ellos. Por una parte, los de Mario Jiménez en Huelva, por otra, los de Jaén con el secretario general Francisco Reyes a la cabeza; en Sevilla hay tres familias claras: la de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, la de Francisco Toscano y una tercera de exsusanistas cuya portavoz es Carmen Tovar; mientras que en Cádiz están los sanchistas de Fran González y otros críticos dispersos por las agrupaciones del Campo de Gibraltar, zona que transita mucho el exportavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez.

Susana Díaz sabe perfectamente que el runrún interno está creciendo por días y por eso no pierde ocasión para argüir el «pacto» que firmó con Pedro Sánchez y que le permite seguir en Andalucía. Ahora, la lideresa socialista está inmersa en otra ronda por los platós nacionales y la frase que más pronuncia es «lo he hablado con Pedro» o «he hablado con Pedro hace pocas horas». Considera que es una suerte de blindaje contra ataques a su persona.

Todos los críticos de Andalucía tienen claras dos cosas. La primera es que lo prioritario en el Gobierno de España, lo segundo los Presupuestos

Pero la realidad es que es una barrera bastante débil. Yla prueba es el paso adelante que ha dado el diputado en el Congreso por Jaén, Felipe Sicilia anunciando que estaría dispuesto a presentarse como secretario general del PSOE andaluz. Nadie lo había dicho así de claro hasta el momento y Sicilia lo dijo la pasada semana. ¿Por qué? Lo pillaron en una comida con varias personas en Torremolinos, una reunión más de las muchas que está habiendo por varios rincones de Andalucía . Pero la clave está en que sabe a quién tiene detrás. Nada menos que a Adriana Lastra, la portavoz del Congreso. Por cierto, una intromisión de una asturiana en el PSOE andaluz que no ha gustado a nadie, de ningún bando. Mucho menos en Jaén, cuyo secretario general se enteró el último de las intenciones de su militante.

Todos los críticos de Andalucía tienen claras dos cosas. La primera es que lo prioritario en el Gobierno de España y el PSOE son los Presupuestos Generales para 2021. Y la segunda es que hay que ir ganando posiciones en los órganos internos del partido. Y el primero es el Comité Federal. «A partir de ahí, al regional y luego, todo irá en cascada», explica una fuente a ABC. Y ahí es donde se están produciendo los movimientos para tratar de quitar el puesto a los representantes de Susana Díaz. En el Comité Federal, el máximo órgano del partido y donde Susana Díaz dio el golpe de estado que derrocó a Pedro Sánchez la primera vez, hay 30 andaluces de los cuales 16 son sanchistas y 14 de Susana Díaz . Esos más otros 18 que salieron del Congreso Regional del PSOE y que también son partidarios de la lideresa socialista. Los críticos de las provincias de Sevilla, Jaén y Huelva mantienen reuniones asiduas para tratar de sumar fuerzas y hacerse con esos 14 puestos ahora ocupados por susanistas. Es la primera etapa de un camino del que ya vislumbran el final, en la primavera del 2021, si el virus no pone más impedimentos.

Varios frentes

Los críticos con Susana Díaz están moviendo piezas en todos los ámbitos que tienen a su alcance. Uno de los primeros en verse será en la Diputación de Huelva. La salida de Javier Caraballo de la presidencia —abocado por estar imputado en el caso Aljaraque— dará paso, si se cumple lo previsto, a María Eugenia León, alcaldesa de San Bartolomé de la Torre y que la semana pasada se paseaba en el Parlamento junto a la onubense María Márquez, una de las diputadas más críticas con Susana Díaz. Una imagen valía más que mil palabras. Porque una de las claves de estos movimientos es que los críticos que estaban en silencio están ahora saliendo públicamente cada vez que tienen ocasión. ¿Antes había miedo? Antes había el BOJA.

En este escenario, una de las claves es que da la impresión de que no hay un líder que aglutine a todos los enemigos de Susana Díaz. La candidatura de María Jesús Montero parece totalmente desactivada. La ministra no quiere volver a Andalucía a meterse en la pelea orgánica y hay quien asegura que aspira a puestos más altos en Madrid. La salida de Felipe Sicilia ha sido un paso en falso que lo ha desacreditado a ojos de sus compañeros, que serían los que tendrían que votarlo. Una de las características de Jaén es que siempre acude unido a los congresos; todos sus delegados votan lo mismo y por eso son tan fuertes y respetados . Pero Sicilia hizo la guerra por su cuenta y ahora ya no cuenta con Jaén. Ángeles Férriz, también jiennense, podría aspirar a la secretaría general pero para la Presidencia de la Junta buscan un perfil más conocido, con experiencia en la gestión.

Espadas es conocido, no tiene aristas y tampoco un perfil demasiado orgánico dentro del PSOE

La candidatura del alcalde de Sevilla tiene otro color. Va despacio, en silencio y manteniendo reuniones con mucha gente, eso además de tensionar a los secretarios generales afines para que muevan sus agrupaciones respectivas . Espadas sigue a lo suyo en la Alcaldía (eso sí, contratando a militantes de diferentes sensibilidades, repartiendo juego) pero tiene detrás un auténtico movimiento que no para de repetir que hay que cambiar de estilo, de mensajes y de proyecto. «Los andaluces se han dado cuenta de que si gobierna la derecha tampoco pasa nada. La oposición que hacemos no desgasta a Moreno que tiene un perfil moderado. El PSOE tiene que dar un salto adelante».

Espadas es conocido, no tiene aristas y tampoco un perfil demasiado orgánico dentro del PSOE; de eso se encargan otros. Una suma de cualidades que podría aunar a todas las provincias en torno suya. Pero insisten en que el nombre del líder no es ahora lo más importante, frase que, curiosamente, repiten todos los que quieren que Susana Díaz abandone la sede del PSOE en San Vicente.

La lideresa socialista es también consciente de su debilidad —siempre había contado bien los votos— sobre todo porque en el «nuevo PSOEde Pedro» votan los militantes, todos. Y no sólo una delegación de las agrupaciones como había sucedido hasta ahora. Habrá que pelear voto a voto por los 40.000 socialistas de carné andaluces. No es pequeña tarea.

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