Salud

Así se maquillan las listas de espera de la sanidad pública de Andalucía

Repeticiones de pruebas sin motivo, «agendas cerradas» e introducción tardía de datos...; son los trucos para aligerar las estadísticas oficiales

Una paciente en una consulta con su médico Inés Baucells

Antonio R. Vega

La Administración autonómica ha aplicado distintos atajos con el fin de que las listas de espera para una intervención quirúrgica, una prueba médica o una visita al especialista coincidan con el tiempo de espera del paciente. Pero, cuando se acude a casos personales, no son pocos los que descubren que no están contabilizados y que el tiempo no ha empezado a correr para ellos.

La Consejería de Salud implantó un sistema de garantías para los pacientes . Por decreto estableció un tiempo máximo de 180 días para 700 intervenciones quirúrgicas y de 120 días para 71 de ellas. Si no habían sido operados en ese plazo, podían requerir su tratamiento en un centro sanitario privado y endosarle la factura al Servicio Andaluz de Salud.

No hay precedentes de ningún caso en que se haya producido este supuesto, a pesar de que las denuncias de manipulación de listas de espera han sido recurrentes y que incluso han llegado a los juzgados. Con poca fortuna hasta ahora. En 2016 incluso se filtró un informe colgado en la Intranet del Complejo Hospitalario de Huelva donde se daban instrucciones precisas al personal para maquillar los incumplimientos del SAS. «Dadas las demoras actuales, no podemos agilizar las citas de forma indiscriminada», apuntaba el informe que el sindicato Satse llevó a la Fiscalía y que terminó archivándose.

Hay pacientes que entran y salen de las estadística oficial sin que existan motivos médicos reales

La realidad es que hay pacientes fantasma que entran y salen de la estadística oficial gracias a distintos trucos. Uno de ellos consiste en «manipular el tiempo medio de espera» que figura en el registro.

Para bajar la tardanza media, se introducen los datos de cientos de pacientes en el registro informático «no cuando el paciente ha firmado su consentimiento sino un día antes a que se hagan públicas las listas», explica Rafael Carrasco , presidente del Sindicato Médico Andaluz.

El maquillaje también se aplica para aligerar el número de pacientes con garantía de respuesta quirúrgica. «Hay veces que el SAS actúa correctamente: se le queda un quirófano libre un día concreto y avisan al paciente para operarlo. Otras veces se aprovechan determinadas fechas intempestivas, coincidiendo con las vacaciones, para « ofrecerse a operarlo en un hospital de otra provincia porque saben que va a rechazarlo», señala. Su solicitud pasa a engrosar la lista de «Pacientes Transitoriamente No Programables». En Andalucía había en junio 4.765 personas en esta situación, según la última estadística publicada. Significa que «no pueden reclamar nada porque no hay plazo de garantía para ellos».

Otro truco muy extendido es el de la repetición de pruebas innecesarias. «Hay situaciones correctas y otras que no lo son. A muchos pacientes se les inscribe como pendientes de reevaluación clínica sin que existan motivos médicos reales , simplemente para que el tiempo no corra», explica Carrasco.

Hay fórmulas muy extendidas y raro es el paciente o familiar que no haya escuchado esta respuesta en alguna ocasión. A un enfermo le prescriben, por ejemplo, una cirugía menor. Acude al funcionario con el consentimiento firmado y éste le contesta que no puede inscribirlo en el Registro de Demanda Quirúrgica , con la excusa de que «la agenda está cerrada». Si no está en la lista de espera, es como si no existiera.

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