Entrevista

Juanma Moreno: «Soy un convencido de que los moderados ganarán en España»

Cumplido un año como presidente andaluz, analiza «el cambio» desde la experiencia personal y política, confiado en la economía y atento a su papel de contrapeso al nuevo Gobierno de España

Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía José A. Ramos

Juan J. Borrero

Días antes de su toma de posesión, el 18 de enero del pasado año, Juanma Moreno confesaba su preocupación por el impacto que tendría su nueva responsabilidad en el ámbito familiar. Se preguntaba si sería capaz de llevar a sus hijos al fútbol los domingos. Tras el año más determinante de su vida hace balance. Imperturbable en su tono moderado, aunque sea presidente con el apoyo de Vox, advierte que ese perfil no le impedirá ser contundente frente al Ejecutivo de Pedro Sánchez , del que teme cualquier cosa. Admite que queda mucho por hacer y pide tiempo, el mismo que no tiene para poder cumplir su primera promesa: desde hace un año sólo fue con sus hijos un domingo al fútbol.

¿Cómo ha cambiado Juanma Moreno como persona y como político en el último año?

Sigo siendo la misma persona, con los mismos valores, prioridades y la misma visión de la sociedad, pero ha cambiado mi vida. Ahora tengo un nivel de conocimiento mayor, tengo menos discreción en mi vida, adonde voy la gente viene y se acerca. Y noto un cambio por la responsabilidad, por el tiempo que le tengo que dedicar. Si antes le dedicaba mucho tiempo a la política , ahora a la gestión le dedico prácticamente mi vida. Un tiempo que le robo a mi familia. En lo político creo que al final todos vamos aprendiendo y madurando; ahora tengo una visión mucho más amplia de lo que es Andalucía, de sus problemas, complejidades y sus enormes potencialidades.

Se declara moderado y quiere que sea ese el sello de su Gobierno. ¿Son malos tiempos para los moderados o tanto ruido desde los extremos supone una oportunidad para restaurar la tranquilidad política?

Es verdad que los moderados no estamos de moda ahora. En unos tiempos muy polarizados en los que parece que lo que queda bien son las frases gruesas, las hipérboles y la sobreactuación, el ruido nos tapa a los que tenemos una actitud más inclusiva y moderada. Pero ahora los moderados somos más necesarios que nunca. Creo que España necesita moderación, equilibrio y ponderación , respeto y que la sociedad equilibrada, correcta y educada tengan su protagonismo. Como lo tuvo en la Transición, cuando se respetaba al que pensaba de forma distinta.

Usted defiende esta vía también dentro de su partido para recuperar el espacio electoral perdido. ¿Cómo le va?

Totalmente, yo soy un firme convencido de que la España silenciosa se mueve en esa centralidad, en esa moderación. Las sociedades que avanzan son las inclusivas, las tolerantes, donde hay respeto al adversario. Lo he defendido siempre y es mi manera de ser. Muchas gente confunde la moderación con ser blando y no tiene que ver una cosa con la otra. Se puede ser moderado, equilibrado y respetuoso pero al mismo tiempo puedes tener determinación y toda la firmeza del mundo para defender las cosas en las que cree. Y yo en cuanto a los intereses de Andalucía voy a ser firme como en la defensa de la unidad territorial de España y en la de mis convicciones, actuando con elegancia y corrección.

«A Pedro Sánchez le estorba el PP, quiere un cambio de modelo, incluso un cambio de régimen»

¿Ganarán los moderados en el PP?

Yo soy un convencido de que los moderados ganarán en España.

Y desde esa moderación, ¿no ha visto todavía la cara radical de Vox en Andalucía?

Hasta ahora Vox Andalucía ha tenido la inteligencia de mostrarse como un partido útil en Andalucía y eso le ha generado éxito . Cuando le hemos ofrecido que se centre en lo que une y no en lo que separa han tenido esa inteligencia política. Podemos llegar a acuerdos en política económica, bajada de impuestos y reorganización de la Administración, pero hay otros campos en los que no vamos a llegar a acuerdos y tenemos posiciones claramente distantes en temas como la lucha contra la violencia de género, en la España autonómica, en el negacionismo del cambio climático o en algunas materias sociales… Respetamos su posición y ellos respetan la nuestra y esa creo que ha sido la clave del éxito.

¿Era posible otro Gobierno en España?

Con Sánchez es prácticamente imposible. Si hubiéramos tenido al frente del PSOE otro líder que tuviera visión de Estado, sin la visión radical de Sánchez se hubiera podido llegar a un acuerdo. Pero Sánchez desde el minuto uno se dedicó a dinamitar todos los puentes. El hecho de no contestar la llamada a Pablo Casado y negociar al cierre de los colegios electorales con Podemos , o posibilitar el acuerdo con Bildu en Navarra y el acercamiento a los independentistas… todo hizo imposible llegar a un acuerdo con el PSOE.

¿Cree que al PP le ha faltado generar su relato ofreciendo un acuerdo de mínimos desde el constitucionalismo?

El presidente del PP trasladó desde el congreso popular europeo cinco posibles acuerdos para ver cuál era la reacción del PSOE y la respuesta fue: queremos un gobierno progresista . A Sánchez le estorba el PP, quiere un cambio de modelo, incluso un cambio de régimen diría. Su actitud es la de ir a un modelo que supera el marco constitucional del 78 y evidentemente el PP es un estorbo, por eso dinamitó todos los puentes.

¿Hasta dónde cree que puede llegar ese cambio del sistema político que preconizan los partidos que apoyan al nuevo gobierno de España?

Tenemos la salvaguarda de que una reforma constitucional necesita del voto del PP, pero puede hacer mucho daño a través de reformas y cesiones desde dentro. Puede hacer daño a la economía, a la creación de empleo, a la prosperidad y a la riqueza con recetas económicas antiguas. Podemos va a influir mucho en eso . Y también en cesiones al independentismo, al que dará armas. He hablado con representantes de distintos países y compruebo cómo notan que la posición que ha mantenido España condenando al independentismo por vulnerar el marco constitucional se ha caído. Nadie entiende ahora que el Gobierno de España esté sustentado y apoyado por los independentistas y eso es una enmienda a la totalidad a la coherencia. Es como dinamitar tus credenciales en el ámbito internacional.

Ahora está condenado a entenderse como presidente andaluz con ese Gobierno. La confrontación, que tan bien le vino a sus antecesores, ¿le resultará rentable?

La confrontación no le viene bien a nadie. Siempre pierde. Todo el que confronta va a perder algo, porque pelear implica algún daño o perjuicio. Lo digo desde un principio, no tengo ningún interés en confrontar. He hablado con algunos ministros y les he traslado mi consideración a trabajar juntos en beneficio de Andalucía y de España. Ahora, si este Gobierno no nos tiene en cuenta, nos ningunea, nos maltrata, no nos da lo que nos corresponde; si este Gobierno no nos respeta, tengo la obligación de hablar con claridad y nitidez. Tengo el inmenso honor de representar a la comunidad autónoma que más habitantes tiene, donde más españoles vivimos. Para mí, y es una opinión particular, la más importante de España. Tengo la obligación como presidente andaluz de defender la unidad de España.

«Lo digo desde un principio, no tengo ningún interés en confrontar. No beneficia a nadie»

¿Ha hablado ya con miembros del nuevo Gobierno? ¿Con el presidente?

No he hablado con el presidente. He tenido conversaciones con algunos ministros, alguno andaluz otros no y alguno de Podemos, que han llamado por cortesía y para ver algunos asuntos pendientes. Les he trasladado que nuestra posición es la de estar abiertos al diálogo y a la cooperación institucional, que es lo que nos piden los ciudadanos.

¿Cree que tras casi cuarenta años de idilio con el PSOE Andalucía está preparada para reeditar un 28-F reivindicativo?

Perfectamente preparada. Andalucía ha cambiado y todos los días se caen muchos prejuicios que en ese tiempo el PSOE había creado sobre el PP y la alternativa de un nuevo gobierno. Cuando decía que llegaría la ruina, sería un desastre, se perderían lo derechos sociales... Un año después del cambio, las encuestas confirman que seguiría habiendo hoy un gobierno distinto al del PSOE y eso significa que los que barruntaban que no aguantaríamos ni seis meses se han equivocado. Tenemos un gobierno firme, un gobierno con hoja de ruta y que ha derribado esos prejuicios. Desde del 18 de enero de 2019 he sido el presidente de todos los andaluces, de los que me votaron y no lo hicieron, de los que me critican y me alaban. De todos.

¿Y el pueblo andaluz va a salir ahora al calle? ¿Sin cantautores? ¿Sin sindicatos?

Pues depende de las circunstancias, del daño que se les genere. Los andaluces somos un pueblo orgulloso, leal con España y lo que no aceptamos es ser menos que nadie. No nos vamos a dejar arrastrar porque haya una negociación con otras comunidades autónomas donde al final se financia mejor la sanidad que aquí o se pueda financiar mejor la educación que en Andalucía. Yo reivindico algo que la Constitución avala: la igualdad en derechos y obligaciones de los españoles. Y los españoles que vivimos en Andalucía reclamamos los mismos derechos que tiene un catalán, un vasco, un navarro o un aragonés.

Espero que no caiga en la tentación de usar el Ministerio como plataforma electoral hacia Andalucía

El pasado ya no será una excusa. ¿Cuáles son las prioridades en la agenda de 2020?

Seguir con las reformas en materia económica, externalizando nuestra economía, superar el Brexit, atraer inversión extranjera y vender más en el exterior. Mantenernos como un valor seguro entre tanta incertidumbre, sobre todo en España y Europa y apuntalar un crecimiento por encima de la media a pesar de los síntomas externos de desaceleración económica. Crear empleo y cerrar el proceso de simplificación y desregulación administrativa . Tenemos una tradición burócrata y eso es malo para el ciudadano y el empresario. Vamos a quitar normas y derogar leyes para simplificar nuestro marco normativo. También vamos a apuntalar los servicios fundamentales, sanidad y educación, con una apuesta clara por la formación dual. Y trabajaremos para proyectar la imagen de marca de Andalucía renovada, transparente, competitiva y moderna. Otro punto es mantener la lucha contra el cambio climático que nos preocupa como región más vulnerable de Europa. Estamos viendo cosas preocupantes que pueden condicionar nuestro desarrollo económico.

Ha hablado poco de la Sanidad como preocupación...

En Sanidad vamos a centrarnos en los profesionales, generando más estabilidad para hacer más atractivo al personal sanitario trabajar para la Administración pública y evitar huida de talento. Vamos a intentar que las condiciones laborales sean las mejores posibles. Y mejoraremos la estructuras con nuevas infraestructuras en hospitales y centros de salud.

Pues las apuestas señalan que la primera crisis de Gobierno la generará un cambio en la gestión sanitaria.

No. Ahora mismo no contemplo ese escenario, porque tenemos un consejero trabajador, que viene de la Atención Primaria y es un médico con experiencia y capacidad de identificar los problemas de la Sanidad cuyo problema es el déficit de más de 3.000 millones de euros, con servicios lastrados de la etapa de los recortes del socialismo, entre 2011 y 2016. Eso requiere tiempo para que podamos recoger los frutos, pero está avanzando.

Ese déficit de financiación, que en total suman 4.000 millones de euros, fue reconocido por usted y reivindicado ante el Gobierno de Rajoy. Ahora aquella decisión le favorece en el debate frente a la que señalan como su principal contrincante, la ministra Montero, que puede obstaculizar muchas medidas de su reforma económica y que de momento impide a Andalucía salir a los mercados para gestionar su deuda pública. ¿Cómo encara esta difícil relación con María Jesús Montero?

Voy a intentar tener una relación fluida y una relación leal y espero que no caiga en la tentación la señora Montero de utilizar la portavocía y el Ministerio de Hacienda como una plataforma electoral hacia Andalucía citando, condicionando o estropeando los sentimientos de los andaluces. Espero que no utilice esa atalaya como instrumento para desgastar al Gobierno del cambio en Andalucía porque, si lo hace, nos va a encontrar enfrente con toda la contundencia del mundo.

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