Sanidad

¿Qué hemos aprendido de la crisis de la listeriosis?

Con el mayor brote de España, los consumidores han recibido un curso acelerado de una enfermedad casi desconocida que ha dejado al descubierto lagunas en el sistema de control

Un inspector junto a la Guardia Civil entrando en la fábrica de la empresa Magrudis, causante del brote de listeriosis Juan José Úbeda

Antonio R.Vega

Han pasado 80 días desde que una carne mechada contaminada hizo saltar las alarmas de la Junta de Andalucía. El peor brote de listeriosis de España comenzó con una serie de casos aislados de toxiinfecciones alimentarias sin aparente conexión en las provincias de Huelva y Sevilla, que han puesto a prueba la respuesta del sistema sanitario y dejado en entredicho los protocolos de seguridad alimentaria. El 15 de agosto, ABC publica que la Consejería de Salud y Familias sospecha de una marca de carne mechada.

A las 20.00 horas del mismo día, el departamento de Jesús Aguirre emite una alerta sanitaria después de que el Laboratorio Municipal de Sevilla le confirmase que la carne procesada de la marca «La Mechá», fabricada por Magrudis S.L.U., presentaba un «crecimiento espectacular» de listeria. Estas son algunas lecciones que hemos aprendido sobre la mayor crisis sanitaria de Andalucía, que ha dejado 217 afectados, tres muertes y siete abortos .

¿Qué es la listeriosis y cómo se transmite?

Es un enfermedad poco frecuente causada por la bacteria Listeria monocytogenes, que está muy presente en la naturaleza, tanto en la tierra como en el agua, donde entra en contacto con vegetales y animales, principales transmisores. En la mayoría de personas sanas cursa de forma asintomática o con cuadros leves de trastornos digestivos y fiebre alta. En personas mayores y con el sistema inmunológico debilitado, la listeriosis puede ser muy grave e incluso mortal porque puede desencadenar meningitis o septicemia.

La bacteria también es peligrosa durante el embarazo y para el recién nacido, ya que en estos casos puede causar abortos, muerte fetal y graves secuelas al bebé. La intoxicación se produce al ingerir alimentos contaminados con la bacteria. Otra vía de contagio es de la madre al hijo a través de la placenta o durante el parto. No se transmite de persona a persona.

¿Cómo se trata?

El diagnóstico se realiza con un análisis de sangre. La listeriosis se cura con antibióticos.

¿Se puede evitar el contagio?

Cocinar a temperaturas superiores a 70 grados mata la bacteria . El Ministerio de Sanidad también recomienda mantener baja la temperatura de los frigoríficos para limitar su crecimiento, por debajo de los 4 grados. El riesgo de contaminación cruzada de unos alimentos a otros existe. Para evitarlo, aconseja una correcta higiene en superficies y utensilios que puedan entrar en contacto con ellos.

¿Qué alimentos pueden producir la enfermedad?

Cualquier alimento listo para el consumo inmediato que no requiera un cocinado previo puede estar contaminado con listeria , una bacteria que sobrevive en medios ácidos, con altas concentraciones de sal y que puede crecer a bajas temperaturas. Los que se asocian con más frecuencia a la listeriosis son los productos cárnicos envasados, productos de pesca ahumados, ensaladas, frutas preparadas y envasadas, patés refrigerados, leche cruda o quesos frescos.

Hay 217 casos registrados. ¿Pueden aparecer más?

Sí. El periodo de incubación es muy amplio (70 días), si bien conforme pase el tiempo el riesgo de nuevos contagios se difumina. Los embutidos producidos por Magrudis S.L.U. empezaron a retirarse del mercado el 16 de agosto. De hecho en las últimas tres semanas se han declarado sólo dos casos nuevos. Los síntomas suelen producirse entre dos y tres semanas tras consumir el producto infectado. Pero se han dado casos a las 24 horas.

¿Es una enfermedad rara?

No. Todos los años se diagnostican casos esporádicos de listeriosis en España y Andalucía , pero en la mayor parte de los mismos no se llega a identificar el foco de la infección. En el año 2018, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica contabilizó 432 casos en 2018, de los que 77 se produjeron en Andalucía. Entre 2015 y 2018, hay constancia de 259 casos de listeriosis declarados en esta comunidad autónoma y 37 de ellos provocaron la muerte del paciente.

¿Qué hemos hecho para que no se repita?

La confianza ciega en teóricos sistemas de control de riesgos es un error, sobre todo cuando la vigilancia se circunscribe al autocontrol que realiza la empresa , que contrata los análisis regulares a laboratorios externos. La responsabilidad última es del empresario, pero ello hay otro control que ejercen las administraciones. El Ayuntamiento de Sevilla llevaba dos años sin inspeccionar la empresa Magrudis, que ni siquiera disponía de licencia de actividad. Era su competencia estudiar la trazabilidad del producto, los utensilios y las instalaciones de forma periódica, dependiendo del nivel de riesgo del producto.

La escasez de la plantilla de veterinarios es un factor que juega en contra : Sevilla tiene 13 inspectores para controlar una ciudad de 700.000 habitantes. Esta crisis ha dejado al descubierto también lagunas en la coordinación de la Junta. Para no tropezar en la misma piedra, el consejero de Salud, Jesús Aguirre , propone revisar los protocolos de control alimentario y asumir todas las competencias de seguridad sanitaria.

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