Los ganaderos andaluces se oponen a la protección del lobo aprobada por Medio Ambiente

La inclusión del lobo en el Listado de Especies de Protección Especial (Lespre) cuya propuesta del Ministerio de Transición Ecológica fue aprobada por la mitad de las comunidades autonómicas —muchas de las cuales no tienen precisamente este animal—, ha levantado una agria polémica. Los ganaderos de toda España, incluidos los de Andalucía, se oponen frontalmente a la reintroducción de esta especie por el ataque a las ovejas, cabras e incluso vacas. A pesar de que no existen grandes poblaciones de lobos en el sur de España, salvo en algunas zonas de Sierra Morena, la Junta de Andalucía no votó a favor de la medida ministerial.

Agustín González Sánchez , presidente de Ovipor, cooperativa ganadera de Huelva y Sevilla, declaró ayer a este periódico que «a mí me encanta el lobo, pero que esté en el parque natural o en sitios concretos con un daño controlado. Lo que es una fantasía es querer mantener el mundo rural con lobos. Eso no existe. El lobo vive en las zonas más despobladas de España y de Europa porque donde él está no hay vida, no hay ganadería». González, de 65 años, recuerda que él sólo vio a su padre llorar una vez en su vida, «cuando los lobos acabaron con sus ovejas».

Fuentes de Asaja, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores , se posicionaron ayer en la misma línea, dejando bien claro que suficientes problemas tienen ya los ganaderos con el zorro y los meloncillos como para encima añadir el lobo. Desde la organización creen que no hay constancia de grandes poblaciones lobeznas porque los estudios que se han llevado a cabo no han sido lo suficientemente científicos para diferenciar las deyecciones de lobos de perros salvajes, y que los ejemplares de Sierra Morena entran por Castilla La Mancha. «Los lobos está comprobado que matan más de lo que comen porque su instinto natural les anima a arrastrar cadáveres para enterrarlos y consumirlos en épocas posteriores de escasez o frío . Asaja considera que es un despropósito político que comunidades como Canarias, Baleares, o la ciudad autónoma de Melilla, donde no hay lobos ni los habrá, hayan votado la propuesta con el mismo peso que Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia, que albergan más del 95 por ciento de los lobos de España. Precisamente estas cuatro regiones rechazaron de forma «profunda» mediante un comunicado la protección especial del lobo. Lo que procede «no es dañar al castigado medio rural sino apuntalarlo, que es el camino contrario al emprendido», afirmaron.

Junto a estas cuatro autonomías se han opuesto a las pretensiones del Ministerio de Medio Ambiente, Andalucía, Madrid, Murcia y País Vasco, mientras que Navarra (con lobos, pero gestionada en coalición con socialistas) solicitó que la decisión se dejase para una ocasión posterior, a la búsqueda de los necesarios consensos, renunciando a participar en la votación, la misma postura adoptada por la Comunidad Valenciana. En una segunda y definitiva votación, ocho comunidades se mostraron en contra de la propuesta del Medio Ambiente y ocho a favor. Finalmente, el voto a favor de su propia iniciativa del representante del ministerio en la comisión, ha llevado a la propuesta de inclusión del lobo en el listado y prohibe su caza.

Precisamente, desde la Federación Andaluza de Caza (FAC) apuntaron ayer a ABC que cuando se puso en marcha el proyecto Life Lobo en Andalucía, ellos lo apoyaron, «pero siempre que sea una expansión natural, lo que no estamos es a favor de reintroducirlo y que sea incompatible con el aprovechamiento ganadero del mundo rural», dejaron bien claro.