FINANZAS
Unicaja y Liberbank afrontan las semanas claves que decidirán su fusión
La ecuación de canje y el rechazo a ampliar capital, principales escollos para la unión entre los dos bancos
Unicaja Banco y Liberbank afrontan las que necesariamente han de ser semanas cruciales en la búsqueda del matrimonio que llevan buscando desde diciembre. Si ambas entidades quieren que la fusión que exploran se haga realidad pronto, deberían aprobarla este mismo mes de mayo en sus consejos de dirección para que al mes siguiente la ratificaran sus juntas de accionistas.
Lo contrario implicaría volver a la casilla de salida, dado que el proceso toma como base las cuentas de diciembre pasado . Todo lo que sea superar la barrera del 30 de junio implicaría tener que volver a plantear balances y valoraciones nuevos.
«A día de hoy, la fusión está más en el ‘sí’ que en el ‘no’ », explican a ABC fuentes financieras conocedoras de las negociaciones, que reconocen que sigue habiendo escollos que dificultan el acercamiento pero confían en que pronto se puedan limar para que ambas entidades inicien una nueva singladura juntas.
Una posición que el propio presidente de Unicaja, Manuel Azuaga , expresó pocos días a sus propios accionistas cuando dijo que esperaba que en las próximas semanas pudieran adoptarse decisiones que permitieran llevar adelante la operación . Algo más parco fue el pasado martes Pedro Rivero , su homólogo en Liberbank, quien también ante sus accionistas se limitó a constatar los «avances» registrados , pero sin ir más allá.
Sin embargo, estas mismas fuentes entienden que tendría que darse una «ruptura muy drástica» que no esperan para que no se terminara llegando a un acuerdo en torno a los dos principales puntos de fricción que por el momento dificultan la unión del que ha de tener como resultado la creación dels exto grupo bancario de este país.
Ecuación de canje
¿Y cuáles son esos obstáculos? El primero, completamente habitual en estos procesos, es el de lograr llegar a la ecuación de canje . Es decir, el peso que cada una de las organizaciones tendrá en la entidad resultante. Un guarismo de vital importancia para el accionista de cada una de ellas.
La postura de Unicaja , más teniendo en cuenta los últimos balances hechos públicos, es que esta ecuación no debería alejarse demasiado del 60% a su favor , quedando para el banco asturiano el restante 40%.
En el primer trimestre de 2019, el banco malagueño ganó 63 millones de euros , un 10% más que el ejercicio anterior;el asturiano, por su parte, se quedó en 21 millones de beneficio, cayendo un 28,5%.
Los accionistas de Liberbank , no obstante, que responden a un conglomerado más complicado y atomizado que los de Unicaja (la Fundación que preside Braulio Medel tiene más del 50% de la propiedad) pretenden mejorar ese porcentaje . En este punto, advierten las fuentes, se han ido ya dando pasos de acercamiento aunque no hay números cerrados.
El segundo de los obstáculos que todavía hay que cerrar no separa a ambos contrayentes:al contrario, los une frente al supervisor. En el BCE no verían con malos ojos que la operación corporativa se realizara con una ampliación de capital mediante para dotarla de mayor seguridad.
Pero en ambos bancos se pretende evitar que sus accionistas se diluyan aún más en la compañía resultante. Consideran que tienen posibilidades y garantías para que no haya problemas. En este sentido, la venta de la seguradora Caser, en la que ambos están presentes, es una de las opciones más seguras.
Así las cosas, los próximos días serán cruciales. Al menos, hay puntos de consenso que para el maltrecho escenario bancario que quedó en Andalucía tras la crisis tienen su importancia. El principal, que la sede social de la entidad resultante quedará en Málaga , única capital de la comunidad que aún puede presumir de ser la «casa» de un banco. Los principales puestos directivos para la nueva andadura también parecen acordados. ManuelAzuaga será presidente y Pedro Rivero, el consejero delegado.
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