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El rastro de Sean Connery en Marbella: de invitado «vip» a exiliado por la corrupción
El actor vivió durante años en esta ciudad andaluza, donde acabó enfrentado a Jesús Gil y con problemas con la Justicia
Sean Connery (Edimburgo, Escocia. 1930 - Nassau, Bahamas. 2020) fue un ilustre vecino de Marbella durante décadas. Llegó a mediados de los años 70, como tantas otras estrellas, para unas vacaciones en el Marbella Club Hotel del príncipe Alfonso von Honhenlohe . Allí disfrutó un primer verano con su esposa, la pintora francesa Micheline Roquebrune . La experiencia les hizo buscar un domicilio en la Costa del Sol para vivir. Así, James Bond se asentó en Marbella donde disfrutó de una vida tranquila hasta que la corrupción lo hizo exiliarse.
Es fácil seguir el rastro de Sean Connery por Marbella. Los establecimientos que visitó suelen tener una foto colgada del actor de «La Roca» con el propietario. Recuerdos de un pasado dorado en el que el escocés solía desayunar unos churros cerca de la plaza de Los Naranjos, en los que muchas mañanas le acompañaba Jaime de Mora , al que luego dejaba para irse a jugar al golf. Casi desde primera hora era socio Aloha Golf Club, donde un «caddy» le ayudaba a superar los hoyos cada mañana.
Con el tiempo, el matrimonio Connery, enamorados de la vida en la ciudad, que solían desenvolver elrededor del Marbella Club, decidió hacerse una casa. Todo fueron facilidades, había interés en tener a una mega estrella ente los vecinos. Jesús Gil le recibió con los brazos abiertos, hasta se convirtieron en amigos. Relación que acabó mal cuando el alcalde le usó para una campaña electoral sin su permiso. Antes, la historia cuenta que invitó a Gert Förbe –Auric Goldfinger– a vivir en Marbella.
Ahí empezó a torcerse la relación de Connery con Marbella, que siguió sangrando cuando el Ayuntamiento no le permitió convertir en privada la playa que había junto a la mansión «Malibú» en Puerto Banús. Luego, unos problemas con Hacienda de la pareja les hizo poner la casa en venta y marcharse a Bahamas.
La Fiscalía acusó a la pareja, aunque en 2014 Connery quedara exonerado y sólo se imputara a su esposa, de un delito contra la Hacienda Pública. A través de la empresa «By The Sea S.L.» se le acusaba de no abonar el impuesto sobre sociedades del ejercicio 2006, que ascendía a 7,6 millones de euros y con el agravado de «la utilización de persona interpuesta». El Ministerio Público pidió una pena de dos años y medio de prisión para la señora Connery y una multa de más de 23 millones de euros.
El conocido como caso «Goldfinger» arrancó con la venta de la parcela para construcción de un residencial en 1999. Se hicieron 72 apartamentos de lujo entre 2004 y 2005 al margen de la normativa urbanística, donde sólo se permitían viviendas unifamiliares. La urbanización se encuentra en Playas del Duque en Puerto Banús y se estimó que supuso un perjuicio para las arcas municipales de 2,7 millones de euros .
La licencia para esas construcciones se otorgó por parte de equipos de gobierno del Grupo Independiente Liberal (GIL) y amparándose en una modificación del Plan General Ordenación Urbana (PGOU), que no fue aprobado por el órgano autonómico competente. Sin embargo, los apartamentos «Malibú» se vendieron con una recaudación total de más de 50 millones de euros. Micheline Roquebrune acabó imputada con Juan Antonio Roca y Julián Muñoz , una de la razones por las que nunca volvieron a Marbella.
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